Photograph courtesy of Ted Rosen, MD. |
Frecuentemente curar el ombligo después del nacimiento es un motivo de preocupación y hasta de "angustia" y "repelús" para los padres. Tocar algo desconocido, relacionado con "la medicina preventiva", y tener que hacer pequeñas curas tópicas supera las expectativas de los pobres padres desconocedores de cómo se cura la inserción del cordón en el ombligo. Las instrucciones que se dan en las las clínicas y los hospitales son de lo más variopinto contribuyendo así a la confusión general.
Se suele recomendar curas tópicas con alcohol de 70º. Correcto. El problema está en la cantidad y si, además, se impregna una una gasa alrededor del cordón con litros de este producto químico -una forma nueva de "botellón" neonatal- los resultados pueden ser decepcionantes.
La gasa impregnada en alcohol alrededor del cordón irrita la piel circundante y, a mi entender, conserva el cordón más tiempo. Ergo, tarda más en desprenderse. En la magnífica fotografía que les presento, tomada de Pediatrics Consultant Live, nos muestra una irritación de la piel alrededor del cordón sin infección (onfalitis). Bebés con estas irritaciones los veo con mucha frecuencia y la solución es muy sencilla: reducir la cantidad de alcohol aplicado. El exceso de celo de parte del personal sanitario (comadronas y enfermeras) y la falta de conocimientos de algunos es la causa de este "desaguisado".
2 comentarios:
Con esto del ombligo la verdad es que cada uno dice una cosa, a mi en el hospital me recomendaron que no usara alcohol, sólo agua y jabón y secar muy bien la zona con una gasa estéril.
Mi hijo nació en Suiza (hace 2.5 años) y en el hospital nos dieron un frasquito con unos polvos parecidos al talco aunque tenía la consistencia como el azúcar para glasear, realmente nunca supe lo que era, pero funcionó genial. Saludos de Mar
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