No sé si me repito porque a estas horas de la mañana, cuando suelo escribir, me cuesta mucho repasar lo escrito hace meses. De cualquier forma es bueno, justo y necesario repetir para no olvidar. El popular juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, conocido por sus sentencias educativas y orientadoras, ha publicado un libro 'Reflexiones de un juez de menores' (Editorial Dauro) en el que inserta un 'Decálogo para formar un delincuente'. Es muy interesante, y dice así:
- Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.
- No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
- Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.
- No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.
- Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.
- Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.
- Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.
- Déle todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.
- Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.
- Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.
Yo añadiría, ya lo cité en una ocasión, el artículo 155 del Código Civil que dice lo siguiente:
Los hijos deben:
- Obedecer a sus padres mientras permanezcan bajo su potestad, y respetarles siempre.
- Contribuir equitativamente, según sus posibilidades, al levantamiento de las cargas de la familia mientras convivan con ella.
Si se cumpliera el decálogo al revés y los niños aprendieran desde pequeños el artículo 155 de marras resultaría un fenómeno sociológico inconcebible hoy en día: niños educados y respetuosos que, al crecer y ganar dinero, les darían una mensualidad a sus padres. Soberbio.
3 comentarios:
Bravo doc!
Voy a saltarme todas las reglas del decálogo!
Salut!
Curioso, un juez escribiendo sobre cómo educar a un niño, y un pediatra citando el Código Penal...
¡Qué juez más "salao" y cuánta razón lleva! En cuanto al art.115, lo imprimí y le regalé una ampliación a cada uno de mis hijos.
Saludos.
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