lunes, 2 de febrero de 2009

La depresión posparto

Muchos papás no saben que su pareja puede tener o tiene una depresión postparto poco después del nacimiento del bebé. Aunque todo haya ido divinamente hasta un 22% de las mujeres la tienen. Si el padre es poco considerado no hará más que empeorar los síntomas. Es curioso que cuando uno tiene una depresión se le dice sin querer: "No te preocupes, eso no es nada ya se te pasará" o peor "si todo te va bien no sé porque estás deprimido". La depresión no se desea se tiene -muchas veces de forma inesperada- y el que está enfermo lo pasa muy  mal.

A la mamá con un bebé recién nacido por cesárea y con una depresión postparto se le hace muy cuesta arriba vivir como antes lo hacía. La falta de interés por hacer algo necesario es devastadora y si no tiene ayuda y/o el papá es un "cero a la izquierda" a éste habría que darle un severo correctivo por desconsiderado.

hay un cuestionario, registrado por los laboratorios Pfizer en el 2005, llamado PHQ9P (Patient Health Questionnaire - Cuestionario sobre la Salud del Paciente) que tiene 9 preguntas. Se ha hecho un estudio con él y se ha visto que con la respuesta 2 y 9 son suficientes para saber si tiene una depresión postparto. Este test se puntúa de 0 - 3 y las dos preguntas elegidas son:
  • Está decaída, deprimida o sin esperanza
  • Piensa que preferiría morir
Los cuestionarios son útiles para valorar una situación de una forma aséptica y sin la influencia del que pregunta pero no son la panacea para el diagnóstico. Algunos de estos estudios están un poco cogidos "por los pelos". Yo empleo un método muy sencillo con los jóvenes para saber cómo andan de estado de ánimo. Un día se lo contaré.

A esta hora y en lunes estoy un tanto decaído pero con esperanza y ganas de vivir.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que se dice depresión-depresión creo que no tuve, pero que lloré durante días incesantemente y que no quería ni moverme de la cama sí es cierto.
Fue un parto muy duro y con complicaciones posteriores.. y al salir días después del hospital y volver a casa, creo que todo se me hizo muy grande. Yo estaba bastante mal y necesitaba ayuda hasta para coger al niño de la cuna... y el niño lloraba sin parar horas y horas y solo se calmaba si lo tenía en mi regazo. Entre la falta se sueño, la falta de fuerzas y lo que me absorbía el niño me vine abajo completamente.

Eulalia Sacristán dijo...

Yo no tuve depresión postparto, la tuve durante el embarazo y fue horrible. A las ganas de tener a mi hijo se unía un tremendo miedo y angustia. Pensé que no era normal. Hablando con mi ginecólogo me dijo que eran más corrientes de lo que, a primera vista, parecía. Lo que sucedía es que estaban peor diagnosticadas porque las mujeres con ese sentimiento no acudían al médico. Afortunadamente, yo sí fui, me pusieron en tratamiento y se fue pasando poquito a poco. Mi hijo nació perfectamente y después de la cesárea yo estaba como unas castañuelas, viendo a mi precioso hijo entre mis brazos. Es lo mejor que me ha pasado en la vida y también en la de mi marido. En aquella ocasión, las hormonas me jugaron una mala pasada. ¡Ay, estas hormonas, qué guerra dan!