
Éramos seis personas en total, casi todos médicos: una cirujana plástica, una psiquiatra, un cirujano cardíaco, un pediatra-menda lerenda- y el anfitrión- psiquiatra y dos esposas abnegadas entre las que estaba "mi Carmen". Dos de los asistentes, Sir Joseph Louis y Sir Michael, eran primos carnales míos con los que tengo mucha relación. Se caracterizan por su simpatía, competencia y guapeza. Tienen un parecido extraordinario, yo creo que tienen algún gen perdido, con Sir George Clooney. Lo que ocurre es que los de Hollywood no les han echado el ojo todavía y creo que el café Nespresso no les gusta. Tengo fotos de ellos pero no se las voy a enseñar y si las llevara a una subasta de Christie´s igual me llevo algún "eurillo".
Yo soy el pediatra de sus nietos y aunque parezca que han de ser unos vejestorios, no lo son. ¡Ah! la cirujana plástica, Lady Begoña, nos regaló una crema rejuvenecedora. Quedamos en vernos al cabo de un tiempo. Igual no nos reconoceremos. Yo desde luego pienso ir con pantaloncitos cortos y un chupete.
Mis agradecimentos a Sir Mariano y a todos los acompañantes. Fué una cena estupenda.
3 comentarios:
Dr. Santi,
Leyendo su entrada de hoy, no he podido por menos que mirar a qué hora la estaba escribiendo. Será verdad que la crema que le dieron tiene efectos milagrosos, porqué a su edad (sin querer desmerecer) y saliendo a cenar, es una hora más que temprana para estar delante del ordenador, y lúcido.
Ni lo dude que la hora es correcta. Tengo la desgracia de despertarme a la misma hora cada mañana independientemente de la hora que me haya acostado.
Yo también asistí a la cena de Sir Mariano y, como el famoso Prof Santi, también quedé muy impresionado por la casa y la excelente cena. Con tal anfitrión, la presencia de mi hermano, uno de los "clooneys", acompañado de Luisa, a la que considero ya mi psiquiatra habitual, mis primos Santi y Mª Carmen, y la dulce Begoña que prometió devolverme a la adolescencia con sus cremas, la noche fue entrañable.
Por ser primo carnal del Dr. Santi, interpreto que soy uno de sus "clooneys".
¡ Que fabuloso poder tiene el cariño de mi primo! ¡ Que dulce desconexión sináptica llegan a producir los extraordinarios caldos servidos durante la cena !
En algo estoy seguro de superar al amigo George: El no tiene un primo Santi como yo ni sus nietos, si los tiene, son vigilados y mimados por el mejor pediatra que conozco.
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