Los padres podrán contar con la identificación genética de sus hijos. Con una minúscula muestra de saliva se consigue establecer la identidad genética de una persona. En las farmacias se vende un kit que permite hacer unas pruebas de ADN para determinar la identidad genética -la paternidad es lo más solicitado- analizando una muestra de saliva. En una semana, la persona que encarga este examen genético recibe los resultados, bien en la dirección que indique, bien en la farmacia donde adquirió el producto. El precio es de 495,- euros. El nivel de certeza de la prueba de paternidad es superior al 99,9% (¡mecachis, falla en un 00,1%!, la frase tiene su miga porque un nivel de certeza superior al 99,9% es la pera limonera).
En la sociedad actual, existe la creciente necesidad de contar con pruebas genéticas de ADN. La utilidad de este test genético es múltiple, siendo especialmente recomendable en todos aquellos casos en los que sea necesaria una identificación genética (paternidades, personas desaparecidas) y, muy especialmente, en los casos de hijos adoptados. También en el caso de que el hijo o los padres desaparezcan en viajes familiares, donde pueda haber dudas de identificación sobre el país de origen del hijo, además de aquellas situaciones en las que los hijos reclaman sus derechos civiles, tales como sucesión o filiación. Tanto la prueba de ADN como el proceso de recogida y envío de los datos genéticos que se ofrecen cumplen todos los criterios de calidad, confidencialidad y rigor. La toma de la muestra se efectúa ante testigos y es realizada por personal cualificado.
Una utilidad extra puede ser para padres que estén "dudosos" de su paternidad. A veces hay carteros, butaneros, electricistas, etc. modélicos y buenas personas que "echan una canita al aire" para ayudar a calmar a la señora de la casa. Lean esta divertida historia. Por eso algunos en vez de llamarlo test de paternidad lo llaman "test de infidelidad".
2 comentarios:
Si se ofreciera este kit de forma gratuita en lo Centros de Salud probablemente muchos padres o madres de familias estables y sin mayores problemas que los habituales, temblarian ante la remota posibilidad de saber que sus hijos fueran de otro padre, y el consecuente desmoronamiento familiar.
Si todo va bien, a veces más vale no saber.Y si se quiere saber a toda costa, puede acabar muy mal.
Creo que mucha gente rechazaria el kit, y los que no, esperarían el resultado como quien espera que lo intervengan a corazón abierto.
Saludos amigo.
Creo que divertida no es el adjetivo que usaría yo para describir esta historia. Como en la mayoría de casos, los que salen perdiendo en este divorcio son los hijos, sean de quienes sean.
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