Hace muchos años, en plena juventud, empezó a dolerme el dedo gordo del pie izquierdo. El dolor se fue haciendo tan insoportable que no podía rozarlo ni con una fina sábana. Si alguien se acercaba a mi dolorido dedo, me entraba "una crisis de pánico". Todavía no cursaba estudios de Medicina cuando fui al médico y recetóme un producto llamado colchicina con la indicación de que lo tomara hasta que tuviera diarrea. ¡Bendita diarrea!: el dolor "fuese y no hubo nada". Maravilla de las maravillas. Tan jovencito y ya había tenido el primer ataque de gota. Los hados se han portado bien conmigo; no he vuelto a tener ninguno más.
Sabemos que nuestros niños y jóvenes cada vez están más gordos. Muchos toman además de bollería, chuches, gominolas y porquerías, y bebidas azucaradas. Hasta aquí nada nuevo, pero acaba de aparecer un artículo que por la magnitud del trabajo vale la pena conocerlo.
Durante 12 años los autores de la investigación han seguido nada menos que a 46.393 hombres que antes de empezar el estudio no tenían gota. Se les valoró la frecuencia con que tomaban bebidas azucaradas y con fructosa. Durante esos 12 años, 755 tuvieron ataques de gota, y los investigadores descubrieron que estaban asociados a un aumento de ingesta de bebidas azucaradas. Los que tomaron entre 5 y 6 de estas bebidas a la semana, el riesgo de sufrir gota fue 1.29 veces superior que los que tomaban una al mes. Este riesgo aumentó a 1.45 si tomaban una al día, y ascendía hasta 1.82 si ingerían varias. También se comprobó que cuanto mayor era el consumo de frutos ricos en fructosa (manzanas y naranjas), mayor era la probabilidad de que los hombres tuvieran ataques de gota. Las bebidas diet no aumentan el riesgo de padecer gota.
Niños gordos y con gota. Menudo porvenir... Menos mal que esta gota no guarda ninguna relación con la gota militar, que está controlada por la medicina y no, como su nombre podría hacer pensar, por el ejército. ¿Sabe usted lo que es la gota militar?
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