Tanto los padres como los maestros/profesores deben saber que el niño/a no es un coche de Fórmula 1. Éstos sí que deben rendir al máximo pero en un espacio de tiempo corto. De hecho si se fuerza más de la cuenta el motor se funde, no resiste el esfuerzo. Al niño le pasa lo mismo. El es un ciclista del pelotón. La mayoría son ciclistas del pelotón. Sólo unos pocos sobresalen mucho con respecto a
Todos, absolutamente todos, podríamos rendir más en nuestro trabajo. ¿Alguno de ustedes cree de veras que cada día trabaja rindiendo al 100 x 100 de su capacidad? Yo no me lo creería. Hay gente muy trabajadora y hasta “workholic ”pero no podemos ir al límite de las revoluciones permanentemente. Siempre hay altibajos durante el día/mes/año; hay momentos mas inspirados que otros y, en ocasiones, uno no da pié con bola.
Es cierto “podría rendir más” pero tanto el maestro, el profesor, los padres y yo mismo también podríamos hacerlo. Pero no es cuestión de “quemarse”. Si vamos en el pelotón y no perdemos comba ya seremos – y serán- más felices.Y llegaremos a la meta.
3 comentarios:
Con esta frase hecha de los maestros (tal vez no todos), me ha recordado mis años de infancia, pues en mis notas siempre tenía la misma coletilla. Mis padres encima se ponían peor pues me decían que no es que yo no pudiera sacar mejores notas sino que no me quería esforzar. En fín espero no caer en el mismo error con mi hijo.
Gracias por compartir sus reflexiones diarias. Son amenas a la vez que interesantes y útiles. Las leo todos los días.
Eso sí, espero que no se canse nunca o por lo menos no en muuucho tiempo, ya que comprendo que escribirnos algo todos los días debe de ser difícil ademas de requerir constancia y fuerza de voluntad. Usted sí que es un auténtico campeón ciclista!!!
Enhorabuena!
Buen artículo! Me ha recordado lo que yo llamo el "síndrome de campeón/a": críos a los que sus padres les suben la autoestima de una manera exagerada, creando pequeños (y futuros) engreídos. Una anécdota ilustrativa: tres hermanos, sus padres les llevaban a varias actividades extraescolares (violín,ingés, deportes, etc.); los mayores, cumpliendo las expectatvas paternas, eran calificados de listos, mientras que el pequeño, que era normal, pues etiquetado de tonto...
Todas estas historias de estimulación precoz, "venga campeón/a", esos niños terribles cantando canciones de adultos, ganando concursos, etc., tantas aspiraciones, de verdad son buenas para nuestros pequeños? Veo muchos niños estresados, y también frustrados o ansiosos. Dejemos a los niños ser normales, "badar" (=quedarse embobados, sin hacer nada, pensando en las musarañas, soñando despiertos) que es muy sano dicen...
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