domingo, 20 de junio de 2010

El agua de algunos restaurantes

No lo sabía. Hace un día fui a cenar a un nuevo restaurante que está cerca de mi casa con mi hija, recién llegada de Madrid. Abierto hace sólo unos cuatro meses ha tenido un éxito asombroso. De alguna forma eso demuestra que los que lo han puesto en marcha dominan este negocio porque el que estaba en el mismo lugar, perteneciente a una conocida cadena de restaurantes, fracasó estrepitosamente. ¿No supo el anterior orientar bien el negocio? ¿Qué hicieron los nuevos dueños para relanzarlo como un cohete? Eso me recuerda a otro caso, de mayor envergadura, que se debe estudiar en las escuelas de negocios: Abercrombie and Fitch, la ropa deseada por los adolescentes "que están al día". La historia es apasionante y en Wikipedia la pueden leer.

No escribo por mi admiración hacia el director del restaurante sino por un fenómeno que no me había dado cuenta y mi hija me explicó el truco. Al pedir agua - yo sólo bebo agua- te traen una moderna botella azulada de una conocida marca con etiquetas incluidas. Mi hija se dio cuenta de que ya la traían abierta y lo mismo ocurrió con las sucesivas que pedimos. Normalmente el agua, el vino y las demás bebidas te las deberían abrir delante tuyo pero no era el caso. No me atreví a preguntar porqué la traían así pero mi hija, que conoce este mundillo, me aseguró que lo más probable es que con "arte" las abiertas se iban rellenando sucesivamente con agua de la despensa -probablemente de la misma marca, eso sí- hasta el deterioro de la botella. Con este "método" consiguen cobrar una botella de agua nueva cuando en realidad no lo es. Un "plus", vamos.

Ya sé que estamos en crisis y cada uno rasca por donde puede; me parece un truco sutil. Lo único que me preocuparía es que con la excusa de la "botella bonita" y de color como la Solan de Cabras te la rellenen con otra de condiciones insalubres - lo digo por los bebés y la preparación de biberones.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si no lo tengo mal entenido deben abrirte la botella en la mesa, delante tuyo. La crisis está para todos o ¿podemos los que vamos a ese restaurenate pagar con billetes del monopoly?

Ensaimadas de Mallorca dijo...

Madre mia como se aprovechan. Y lo que no vemos.