viernes, 6 de noviembre de 2009

Ensalzando a los "forajidos"

La Vanguardia, diario publicado en Catalunya, domingo, 1 de Noviembre, día de todos los Santos. En la página 51 un anuncio a todo color, a toda plana a la derecha, Farruquito Puro en el Gran Teatre del Liceu, sancta sanctorum de la música en Barcelona. El 16 de Octubre, aparecía en La Contra -una de las páginas más emblemáticas de ese diario- que ahora parece venderse al mejor postor porque no hace más que anuncios disimulados una entrevista a Mario Conde, promocionando su libro.

La historia de ambos es conocida pero les aseguro debe ser difícil enseñar a nuestros jóvenes el artículo 14 de nuestra Constitución: "Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social". ¿Alguien se lo cree? Yo no. También, como contraste, habrán leído lo ocurrido con Roman Polansky.

Y no me lo creo porque un sabio ginecólogo ya retirado decía que en medicina -aunque no debería ser así- también hay dos tipos de urgencia: la urgencia social y la urgencia real. La urgencia social es aquella a la que están sometidos los médicos porque alguien "conocido" entra en un servicio de urgencias: ¿se imaginan al Rey, que debe tener "cartilla de la seguridad social" haciendo cola en Urgencias del Hospital La Paz de Madrid? ¿recuerdan el montaje a la muerte de Franco en dicho centro médico? Los médicos cometemos pequeños abusos pero como dice la definición perjudicamos poco.

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