martes, 11 de agosto de 2009

Mi hijo tiene las piernas torcidas

Ese es uno de los comentario más frecuentes de los papás cuando su hijo crece. En los tres primeros años de vida cambian en tamaño y en la forma del cuerpo. De cabezón, cuellicorto, barrigudo y piernas de vaquero del Far West se vuelven más estilizados, se le notan las costillas (¡horror! de las abuelas) dando la impresión de esmirriado y piltrafilla y con las piernas en X. Veamos lo que es normal.

Pies valgos, no pies planos.
Hasta los 3 años, los niños tienen una especie de "almohadilla" de grasa en la planta del pie, bajo el arco, por eso sus pies parecen planos. No conviene utilizar plantillas antes de esa edad. Para facilitar el desarrollo del arco, es muy aconsejable permitir que el niño camine descalzo a menudo

Pies desviados hacia afuera.
Cuando el niño empieza a caminar, separa las puntas de los pies. Anda como Charlot Así mantiene mejor el equilibrio. Esta postura se acentúa si el bebé acostumbra a dormir boca abajo. Si ustedes suben al metro y no pueden agarrarse a nada observen como ponen los pies.

Pies desviados hacia adentro.
Es menos frecuente pero suele ser debido a don motivos: el primero, si duerme boca abajo puede colocar los pies hacia dentro y, el segundo, al sentarse en el suelo en una postura llamada de piernas en M ó W ó de televisión (se sientan en el suelo para verla en esa postura). Al meter hacia dentro las puntas de los pies, los músculos de un lado se estiran y los del otro se acortan. Tienen más tendencia a tropezar pero si se modifica la postura se corrige fácilmente.

Piernas "en paréntesis o de vaquero".
El nombre científico es varo. Es un defecto muy típico de esta edad. Es el resultado del peso del cuerpo, que se apoya sobre las piernas en una época en que los huesos son blandos y moldeables. Suele corregirse paulatinamente. En casos extremos puede estar relacionado con el raquitismo o con la enfermedad de Blount.

Piernas "en X" o genu valgo.
Las piernas se tuercen en sentido contrario: las rodillas y los muslos se juntan y los pies se separan. Es muy frecuente en niños grandotes y suele observarse unos meses después. Se considera normal entre los 2-3 años y los 7-10.

Caminar de puntillas.
Suele ser una manía transitoria que además puede ser beneficiosa, pues facilita el desarrollo del puente; si persistiera micho tiempo vale la pena consultar a un ortopeda o, incluso a un neurólogo infantil.

Si pulsan aquí encontrarán un fantástico folleto explicativo de estos defectos de piernas y pies realizado por el Lynn T.Staheli un experto ortopeda que ha cambiado muchos "mitos" respecto a estos temas. Sin embargo el que revolucionó el "mundo de los pies" fue el legendario Abebe Bikila, el corredor de la maratón descalzo

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