Una "malvada" seguidora de este blog vino a la consulta y con motivo de mi santo me regaló este libro del que les muestro la portada. Como se imaginan es muy divertida y me "reprochó" que hubiera admitido a la perra en mi casa, cediendo a los "antojos" de mi mujer. El título es pistonudo y no sé si era una indirecta para mí. Ni corto ni perezoso llamé a mi mujer (que estaba en la recepción) para enseñarle el regalo. ¿A que no saben que dijo cuando vio el perro de la portada? "¡Qué perro más mono!", y lo más gordo es que ¡lo decía en serio!.
La verdad es que se asemeja a un monstruo malformado genéticamente pero no hay tu tía, le gustan los perros a rabiar y yo cual corderillo le digo amén a todo. Le gustan tanto que algún día se le va a ocurrir ir a buscar uno de dos cabezas y ocho patas para tener un 2x1 como en el super; ya sería la repera.
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