Estoy en Madrid, sí en Madrid, a pesar del tripartito político apoltronado que es el lugar donde reside mi hija. ¡Vade retro, Satanás!, ¿cómo permite que su hija catalana viva en semejante lugar? Pues porque está felizmente casada con Sir Henry, madrileño de pro y trabajador incansable.
Estoy aquí en los madriles con mi esposa, la bienamada Lady Carmen, que "ha dejado" la perrita en Barcelona al cuidado de millares de sirvientes y cuidadores. Como no puede vivir sin el contacto con los animales nos hemos venido aquí: están mi hija, Lady Christine, y Sir Henry, y además están sus dos dobermans que son preciosas (siguiendo los mandatos del Génesis) pero unas bestias de mucho cuidado.
Así que hoy me tomo la libertad de irme a Salamanca durante dos días para escuchar la frase que retumba desde hace siglos por las paredes de la universidad salmantina pronunciada por Fray Luis de León: "Dicebamus hesterna die...". Pasaré dos días en la soledad más absoluta para "encontrarme a mí mismo". Lo más seguro es que me pierda por el camino...
2 comentarios:
Disfrute de Salamanca, es una ciudad preciosa, pero es una pena que sean sólo dos días, pues la zona merece un ratito más con la Peña de Francia, la Alberca, Candelario y otros muchos pueblecillos dignos de mención.
Soy nacida y vivida en Madrid, pero mi familia es de por donde va a ir usted, un rincón de España que merece la pena visitar, como muchos otros.
Marta.
Disfrutar que como dice el refran...!!de Madrid al cielo!!, Te lo digo yo que soy de Madrid y ahora vivo en un "cielo de ciudad como Barcelona". Los madrileños somos buena gente!!!
Ahhhhh.....y los doberman madrileños son la leche!!!!...jajaja.
Un abrazo
Pilar ("Los Rius")
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