Quizá lo que les escribo les parezca osado, maleducado o imperdonablemente descarado, pero lo cierto es que prefiero ser sincero. Llegan las fiestas navideñas y todos queremos agradecer a alguien sus atenciones o mostrarle nuestro cariño. Resulta inevitable que el obsequiador se pregunte si el regalo elegido le gustará o no al receptor. Es condición humana. Los novios resolvieron esta situación con la lista de boda. Era elegante, pero el comercio que se encargaba de organizarla se llevaba un pico. Con el loable propósito de abaratar costes y ampliar “beneficios”, los pretendientes perdieron el pudor pedigüeño y de la forma más descarada nos espetan ahora con un “pónmelo en mi cuenta”. La verdad es que para mí ha sido un alivio. No tienes que romperte la sesera pensando en regalar una cosa que luego podría no gustarles.
Tras este preámbulo, vayamos al asunto. Yo hago mi trabajo con mucho gusto y nadie me debe nada, ni material ni afectivo. Sin embargo, muchos de mis queridos pacientes me envían regalos por estas fiestas. Yo soy muy comedido y peculiar en mis aficiones. Y si no se conocen, difícilmente se puede acertar para satisfacerlas o complementarlas. Por este motivo, me parece justo, digno y saludable ofrecer una breve guía que les sirva de orientación a aquellas personas benevolentes que tengan en mente gratificarme con un presente:
- Me gustan todo tipo de vinos, cavas y champán. (¡toma castaña!, el Dr. Santi es bebedor). o se asusten; soy un modesto catador, y jamás me verán nunca beodo ni entrando en la consulta dando tumbos.
- Las tarjetas regalo de entidades bancarias o del Corte Inglés me “enloquecen”. Me las reservo para las rebajas de ropa -mi cuerpo serrano necesita tallas especiales- o de electrónica, uno de mis caprichos y necesidades por mi trabajo.
- Ropa. También se admite, siempre que la pueda cambiar. Recuerden que soy culibajo y paticorto. Por favor, no piensen en otros primates.
- Si hay alguien que tiene un ataque de locura, puede regalarme un reloj Eberhard de acero Traversetolo Vanderbilt Cup. Se admiten de segunda o tercera mano en buen estado.
Todo lo demás será bienvenido y lo agradeceré por la bondad y el cariño de la persona que me lo envía.
3 comentarios:
Vaya, vaya con el coleccionista de pelucos. ¿Con que haciendo la lista de Reyes? Yo ya he pensado qué le voy a regalar: una careta, porque no me diga que vaya rostro que tiene. Pero no se me preocupe, pues no le obsequiaré con una de cartón y goma, sino que me gastaré el parné, y se la traeré de Venecia.
Ahora hablando en serio,tiene usted toda la razón sobre la inutilidad de regalos que no agradan al receptor. Ya nos contará si lo del reloj ha colado, lo digo para ponerlo yo en práctica el año que viene, porque he visto un deportivo que hummmmm.
santi creo que olvidaste un detalle en tu lista de sus Magestades los Reyes Magos, pues te recuerdo que tu media naranja no se merece que te olvides de ella pues como muy bien creo es tu gran complemento.Mari Carmen es para nosotros tu otrs mitad hace un trabajo fantastico desde las llamadas telefonicas hasta aguantar a algunas mamas realmente pesadas, y yo me incluyo entre ellas.Lo que mas mal me sabe es tener que llamarla a fuara del horario o dias de visita.asi pues por favor Santi no te olvides de sus preferencias.Gracias pillin.
santi creo que olvidaste un detalle en tu lista de sus Magestades los Reyes Magos, pues te recuerdo que tu media naranja no se merece que te olvides de ella pues como muy bien creo es tu gran complemento.Mari Carmen es para nosotros tu otrs mitad hace un trabajo fantastico desde las llamadas telefonicas hasta aguantar a algunas mamas realmente pesadas, y yo me incluyo entre ellas.Lo que mas mal me sabe es tener que llamarla a fuara del horario o dias de visita.asi pues por favor Santi no te olvides de sus preferencias.Gracias pillin.
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