Nadie sabe que nos deparará el futuro en lo que se refiere a las atenciones que recibirán nuestros hijos cuando por diferentes razones no podamos estar junto a ellos las 24 horas del día. Pero lo que sí puede asegurarse es que gracias al vertiginoso progreso tecnológico en el que estamos inmersos los padres podrán irse a trabajar o ausentarse durante largos periodos de tiempo sin que ello suponga un trauma para ambas partes. Esto se debe a que las nuevas tecnologías audiovisuales estarán cada vez presentes en el núcleo familiar y doméstico. Las situaciones que normalmente inquietan a los progenitores, como si el pequeño está en buenas manos, si se lo pasa bien con sus compañeros, si llora o ríe, o si duerme inquieto o como un lirón quedarán resueltas en gran medida, ya que padres e hijos podrán verse y comunicarse siempre que lo deseen desde cualquier parte del mundo. No cabe duda de que la ansiedad por la separación desaparecerá o, al menos, quedará mitigada gracias a una conexión por internet o una telellamada, por poner unos ejemplos. Es más, estos avances contribuirán a que los padres se preocupen menos por el estado de salud de sus hijos, ya que los cuidadores podrán consultar con el pediatra los problemas que puedan surgir en tiempo real. El doctor del centro médico será capaz de hacer un diagnóstico a distancia y facilitar las instrucciones pertinentes para resolver la situación. Y lo más maravilloso será que padres y cuidadores asistirán a la consulta sin moverse del domicilio o abandonar el lugar de trabajo.
No cabe duda de que la tecnología acercará a los papás e hijos, sobre todo si pensamos que hoy podemos comunicarnos con los astronautas que trabajan en la Estación Espacial Internacional de una manera tan sencilla como una llamada de teléfono. ¿Pero tanta tecnología a disposición de los papas será buena o contraproducente? Creemos que los progresos tecnológicos ni son buenos ni lo contrario, sino que depende de cómo se empleen y de que sepamos discernir entre sus ventajas e inconvenientes.
Nuestro mayor deseo es que este libro constituya una verdadera ayuda para los padres. También albergamos la esperanza de que a esta edición les sigan otras para que de este modo podamos ir incorporando las novedades que surjan. Es por ello por lo que nos gustaría conocer sus puntos de vista, críticas y consejos, para tomar nota de ellos y mejorar las futuras ediciones.
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