Durante el crecimiento los niños/as y jóvenes admiran a famosos de la música, el deporte, la moda, etc. De alguna forma les gustaría parecerse a ellos. En mi juventud había, por ejemplo, ídolos como James Dean, Elvis Presley, Paul Newman o Robert Redford. En nada me parezco a ellos. Soy mas bien "culibajo y paticorto", y si necesito ropa nueva voy a la sección de tallas especiales. No por mi "galanura", sino poque los pantalones no me caben.
Durante una temporada hemos tenido unos ideales femeninos y masculinos muy altos. Y los jóvenes querían ser como ellos. Hace poco hubo una generación de modelos muy altas. Cito nombres porque son conocidas: Claudia Schiffer, Elle MacPherson ("el cuerpo"; cierto, menudo cuerpo). Las chicas preguntaban ansiosas en la consulta: "¿Cómo seré de alta cuando sea mayor?" Ahora las cosas han cambiado. Las famosas actuales son bajitas. No cito nombres para no "ofender". En la consulta ya no se preocupan por su estatura. Sus padres, en cambio, sí lo hacen; y me siguen dando la "matraca" con que será baja. Yo les insisto: "Los centímetros importantes están en la cabeza no en la talla".
Con los chicos ocurre lo mismo. La mayoría juega al fútbol. Un conocido club contaba hace unos años con una porrada de jugadores holandeses: eran altos y rubios. Como consecuencia, también los chicos querían ser altos, porque si no eran rechazados por sus compañeros de su equipo escolar. Ese mismo club ha fichado a unos populares jugadores que "dan la talla" haciendo malabarismos con la pelota y, sin embargo, son unos "pitufos". Consecuencia lógica: a los chicos ya no les preocupa tanto su altura. Se puede ser igualmente bueno siendo bajo. Así lo demostró también en su día el extraodinario fubolista Maradona.
Moraleja: No den la lata a sus hijos hablando de tallas y pesos. Cada uno es como es. Y si es bajito casi siempre la culpa es de su familia (los genes marcan mucho).
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