Todo el mundo necesita su médico de cabecera pero algunos mortales, entre los que nos encontramos mi esposa y yo, necesitamos, además un "oncólogo de cabecera" para que nos oriente en nuestros males. Ambos estamos vivitos y coleando esperando que esta situación cien años dure pero nos dejamos aconsejar -por nuestros antecedentes familiares y personales- por este experto en este tipo de males tan frecuentes. Y, así estamos de bien; como pimpollos.
Es un libro con un argumento es apasionante porque está basado en hechos reales y saca a la luz la podredumbre que rodea a la industria farmacéutica. El libro comienza planteando una pregunta: ¿y si el cáncer tuviera una cura definitiva?. El doctor Josep Ramón Germà Lluch se mete en la piel de un médico honesto que deberá enfrentarse a un grave dilema moral y urde así una inquietante pero verídica trama que gira alrededor de una posible cura definitiva para el cáncer. ¿Qué estaríamos dispuestos a hacer para lograrlo? Un medicamento denominado Pancurator está a punto de cambiar la historia de la Medicina para siempre. Sin embargo, muchos facultativos alertan de los efectos secundarios de esta mágica sustancia son demasiado peligrosos para su comercialización masiva. Sin embargo, aunque la toxicidad del producto está probada, los intereses de las farmacéuticas logran imponerse.
Germà Lluch acusa directamente a la industria de manipular según sus intereses a la Organización Mundial de la Salud, como bien se vio con la alarma mundial provocada por la Gripe A. Todo un desafío para el escritor y el lector.
Yo estoy de acuerdo con él.
Es un libro con un argumento es apasionante porque está basado en hechos reales y saca a la luz la podredumbre que rodea a la industria farmacéutica. El libro comienza planteando una pregunta: ¿y si el cáncer tuviera una cura definitiva?. El doctor Josep Ramón Germà Lluch se mete en la piel de un médico honesto que deberá enfrentarse a un grave dilema moral y urde así una inquietante pero verídica trama que gira alrededor de una posible cura definitiva para el cáncer. ¿Qué estaríamos dispuestos a hacer para lograrlo? Un medicamento denominado Pancurator está a punto de cambiar la historia de la Medicina para siempre. Sin embargo, muchos facultativos alertan de los efectos secundarios de esta mágica sustancia son demasiado peligrosos para su comercialización masiva. Sin embargo, aunque la toxicidad del producto está probada, los intereses de las farmacéuticas logran imponerse.
Germà Lluch acusa directamente a la industria de manipular según sus intereses a la Organización Mundial de la Salud, como bien se vio con la alarma mundial provocada por la Gripe A. Todo un desafío para el escritor y el lector.
Yo estoy de acuerdo con él.
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