jueves, 10 de mayo de 2012

El niño brillante, superdotado, talentoso, de alto rendimiento, de altas capacidades. Una suerte o un inconveniente.

Hablando con una madre superwoman con un hijo con esas características se lamentaba de la poca sensibilidad que hay en nuestro país sobre este aspecto de su desarrollo y la escasa adaptación curricular en sus estudios. Me ha interesado mucho lo que me ha dicho porque, sinceramente, creo que ni los pediatras, ni los padres, ni los educadores, ni la administración tienen idea de la magnitud del problema. 

Aunque, aparentemente pueden parecer que han tenido buena suerte y son superiores a los demás, nada más lejos de la realidad si no se les orienta personal y escolarmente de una forma adecuada. El término superdotado etiqueta erróneamente al niño pero se ha hecho popular en los medios de comunicación y en la literatura médica. Sin embargo, la acepción inglesa “gifted” no tiene un sentido despreciativo. Para determinar si un alumno está dentro de excepcionalidad intelectual, es imprescindible el diagnóstico clínico de profesionales especializados. Los niños dotados y talentosos son aquellos que, identificados por profesionales cualificados, demuestran un alto rendimiento evidente por sus logros y/o habilidades excepcionales que lo colocan en un plano muy superior de sus compañeros de su edad. Estos niños que requieren programas educacionales diferenciados y servicios más allá de aquellos provistos normalmente por el programa regular de manera que se hagan cargo de su apoyo a sí mismos y a la sociedad. 

Para simplificar, el término superdotado se refiere a una superioridad en el área cognitiva (intelectual), en creatividad y en motivación, todas combinadas. El talentoso se usa para una habilidad o aptitud específica (talento musical, artístico, lingüístico, matemático, etc.), que puede no ir acompañada con otras habilidades generales. Muchos niños pueden tener un talento inusual en un área y, en cambio, son muy limitados en otras habilidades. Hoy sabemos mucho más de la inteligencia. No es única, hay inteligencias múltiples y el factor emocional las modula de una forma especial. Un niño puede tener un talento extraordinario en la lectura y comprensión, pero necesita ayuda en las matemáticas. La superdotación o altas capacidades es un concepto todavía controvertido y no exento de polémica respecto a su significado, evaluación e intervención. Todo el mundo sabe, sin embargo, que se trata de un término que se utiliza para designar a aquellos niños que poseen una alta inteligencia. Otra cuestión es qué entendemos por inteligencia y como podemos medirla para establecer unos criterios fiables de identificación entre niños con aparentes buenas capacidades. 

Características comunes de estos niños: 
  • Tienen un alto nivel de expresión y comprensión verbal
  • Emplean un amplio vocabulario muy rico en terminología
  • Tienen facilidad para relacionar conceptos y seguir instrucciones complejas
  • Aprenden a leer de forma precoz y, en muchos casos, sin ayuda
  • Sorprenden por su capacidad para resolver problemas por caminos diferentes a los habituales
  • Son creativos e imaginativos y les divierten los juegos complicados 
  • Son muy observadores y perceptivos y se orientan con mucha facilidad 
  • Son muy perfeccionistas y críticos consigo mismos y con los demás
  • Tienen una gran capacidad de concentración y son muy perseverantes cuando realizan algo
  • Son muy sensibles y necesitan apoyo emocional
  • Se caracterizan por su gran sentido del humor
  • Se interesan por temas y cuestiones que hacen referencia al sentido de la vida y la muerte, el bien y el mal, la justicia y la injusticia 
  • Prefieren la compañía de personas mayores 
  • Son enérgicos y activos y se muestran impacientes con la lentitud
  • Cuando no alcanzan las metas u objetivos que se han propuesto, suelen frustrarse y sentir gran desasosiego y ello puede conducirles a rehusar o abandonar la tarea antes que a rebajar el objetivo que se han impuesto. 

Si quiere tener una amplia lista de las características de estos niños (en inglés) pulse aquí . La Sociedad Española para el Estudio de la Superdotación dispone de unos cuestionarios para ayudar al diagnóstico según la edad del niño (3-4 años), (5-8 años), (9-14 años). Según los expertos los datos apuntan a que cerca del 98% de los alumnos superdotados nunca se diagnostican como tales.

6 comentarios:

RAMON dijo...

Llevo mucho tiempo leyendo el blog aunque siempre me he limitado a eso, leerlo. Esta entrada me da pie mandar un comentario. Por nuestra experiencia como padres y la situación anímica y escolar de mi hijo no puedo decir otra cosa que el diagnostico de un niño como AACC no deja de ser un inconveniente, y no por el diagnostico en sí, sobretodo por la falta de información y de formación a todos los niveles. llevamos muchos años de lucha y nos quedan otros tantos.

Yo fui un niño similar a mi hijo, ahora con 40 años se que es lo que me sucedía, pero he llevado el lastre desde mi infancia, en aquellos tiempos no existía nada que identificara y tratara a los altas capacidades, entonces se basaba todo en etiquetar de vagos y raros a este tipo de niños. Lo peor de todo es que después de 30 años encuentro muchas similitudes, el personal docente ni sabe ni quiere saber, hay una enorme laguna en este campo y los estereotipos vigentes están haciendo mucho daño.

Definitivamente en nuestro caso, como adulto y niño, ha sido una desventaja.

Maria M. dijo...

Llego a este blog por pura casualidad, pero me animo a comentar porque creo que es importante dar un mensaje positivo. Soy madre de dos niños con un diagnóstico de altas capacidades, y para ellos ha sido durísimo, hasta el punto de portarse muy mal en la escuela por el nivel tremendo de frustración. Sin embargo, tengo que decir que la insistencia hasta conseguir un tratamiento adecuado, acorde con nuestro objetivo educativo para nuestros hijos nunca ha cesado. Nunca hemos pretendido que desarrollaran "todo su potencial", solo que disfrutaran de su niñez y del aprendizaje. Un niño de estas características sin un tratamiento adecuado a su persona es como un caballo encabritado con las riendas cortas: da coces a todo lo que se mueve. Sin embargo, pequeños tiempos en los que se les proporciona otro tipo de materiales, atención y estímulos, así como la asunción por parte de todos (niños y maestros) de las cosas en las que necesita ayuda y la ayuda que a su vez puede prestar en el aula, por poner dos detalles, facilitaron enormemente su adaptación al entorno escolar. En realidad, solo se trata de un reconocimiento real, sincero, por parte de la escuela de cuál es la situación. Son niños que necesitan poca ayuda, mucha autonomía y confianza en su capacidad, y un poco de "counselling" afectivo y social (que no es más que la oportunidad de hablar con adultos lo que no pueden hablar con sus compañeros)

Para mí, como madre, también ha sido muy duro, estar siempre peleando, pidiendo citas, poniendo buena cara... pero es un placer ver cómo crecen y maduran, emocional e intelectualmente, cómo manejan sus capacidades, y cómo nos adelantan por la izquierda con elegancia en tantos ámbitos del saber, con muchísima humildad, supongo que similar a la que les mostramos nosotros, admirados...

Si hay algo que me enerva, que no tolero, es que los culpabilicen de ser como son: ni hay nada por lo que echarles la culpa, ni eligieron sus genes. No son vagos. No son impertinentes. No son desagradecidos porque no usan su capacidad en cosas de provecho (como me han llegado a decir). Son niños, y tienen que aprender a manejarse en el mundo, y los adultos les debemos eso, como a todos los demás niños, independientemente de sus peculiaridades.

No sé si será ventaja o desventaja, a la larga, porque a veces una visión tan profunda y compleja del mundo, de la vida, de los demás, unido a ese extremado sentido de la justicia que tienen puede producir mucho dolor... pero por otra parte, ¡cuánta creatividad y cuánto talento para conseguir un mundo mejor!

Y ya me he extendido más de la cuenta...

Dr. Santi dijo...

Les agradezco mucho sus sentidas opiniones

Mommyblue dijo...

Parece fácil: Altas Capacidades diagnosticado cuendo se debe y convenientemente estimulado y comprendido, ventaja.
Altas Capacidades no diagnosticado sino etiquetado,y obligado a pasar simplemente por el aro: inconveniente.
Mi caso es casi idéntico al de Ramón, con 40 años y las rodillas llenas de cicatrices de tropezarme en la vida escolar, y de ser etiquetada de todo, simplemente porque me aburría en clase.
Mi única ventaja hoy día, es que estoy atenta a las señales precoces que está dando mi hio de tres años y , con suerte, no pasará por lo mismo que yo.
Que buen blog.

Anónimo dijo...

Yo es que ya no sé qué hacer. Mi hija, actualmente de 9 años, fue diagnosticada de TDAH con 6 años. Ya sabemos, medikinet y derivados sin resultados. Actualmente, y debido a unas crisis de pánico, hemos caído en varios psicólogos que, afirman poniendo la mano en el fuego, que la niña ha sido mal diagnosticada y lo que tiene es altas capacidades y que no tiene déficit de atención, si no que es desatenta, lo cual es muy distinto...Pues vale: fuera medicaciones y a dejarla ser ella. El problema es que no quiere sentarse a estudiar y yo voy a morir en el intento. Los psicólogos/psiquiatras que la están tratando dicen que me relaje, pero es que no hace nada ni en el cole ni en casa. Hay que estar encima todo el rato. Estoy agotada porque no sé cómo llevarla y hasta dudo que tenga Altas Capacidades en vez de TDAH. Saludos cordiales. Florencia

Dr. Santi dijo...

No sé dónde vive pero quizás podríamos hacer una video conferencia para que me explique toda la historia.
http://drgarcia-tornel.org