miércoles, 10 de agosto de 2011

Aproveche las vacaciones, enséñele a comer solit@ (I)

Cómo cambia su bebé ¿verdad? Parece que fue ayer cuando estaba prácticamente inmóvil en su cuna. Y ahora no pasa un solo día sin que sorprenda con algún cambio. Cada mes que pasa el bebé hace algo nuevo. Y un momento clave llega hacia los nueve meses. Es el momento de que aprenda a comer solo, con pciencia.

La capacidad de desarrollo de un bebé es impresionante. Pasan los meses y va ganando en precisión y agilidad. A los 3 meses ya es capaz de vocalizar sus primeros sonidos; a los 2 ya reconoce el rostro de sus padres y a los 9 meses ya se mantiene sentado. Durante el primer año de vida, los cambios en su alimentación también son asombrosos. Al nacer sólo toma leche, a partir de los 4-6 meses los cereales sin gluten y luego, progresivamente, alimentación semisólida (papillas, purés…) hasta que antes del año ya empieza a comer pequeños pedacitos de alimentos sólidos.

De acuerdo, es muy cómodo darle la comida bien triturada. Verdura, fruta, pollo… todo por el pasapurés y listo. No hay riesgo de que se atragante y se acaba el plato en un abrir y cerrar de boca. Pero cuando el pequeño lleva meses comiendo todo en papilla y sin grumos, es lógico que le cueste acostumbrarse a los alimentos sólidos. El bebé identifica la cuchara con la comida fina. Y en cuanto “detecta” un grumo o tropezón en la boca, lo suele rechazar, no lo acepta o incluso lo vomita. No se alarmen, es una reacción natural ante las nuevas texturas. Así que no conviene abusar de las papillas. Es el momento de cambiar la socorrida batidora por el pasapurés o simplemente prensar la comida con un tenedor. De esta forma, el pequeño se irá acostumbrando a comer con “grumos” y aceptará progresivamente los nuevos alimentos.

A partir de los nueve meses, el niño ya tiene capacidad de empezar a alimentarse por sí mismo (con limitaciones, claro). Aprovechen para sentarlo en la mesa con ustedes  y ponerle un plato de plástico con trocitos blandos de comida. Eso sí, cubran bien el suelo a su alrededor con hojas de periódicos, porque al principio más de un trozo de pan, verdura o fruta saldrá literalmente “volando hacia el espacio exterior”… No hay que desesperar. Todo requiere su tiempo de aprendizaje, ahora necesita experimentar y probar.

Para que se vaya acostumbrando poco a poco, déjenle manipular una cuchara de plástico mientras le dan la comida con otra. De esta forma irá cogiendo soltura para cuando llegue el momento de comer solito. Enséñenle a coger e introducir la cuchara en el plato de comida. Cuando incorporen alimentos sólidos, déjenle que maneje también un tenedor de plástico con las puntas redondeadas para que no se haga daño. Así podrá ir pinchando los trocitos. 
Vean este vídeo y anímense.


Mañana, el segundo y último capítulo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha venido a la memoria una conversación con una monja que gestiona un comedor escolar y que me explicaba como es cada vez más frecuente que las familias lleven al comedor escolar a niños de 3 y 4 años que no han aprendido todavía a masticar comida sólida, por no hablar de los que se tiran por el suelo en cuanto se les pone un plato al que no están acostumbrados. Me parece escandaloso.