He hablado varias veces de mis tres Cármenes. Una de ellas, mi enfermera del hospital, está cada día más ocupada. Y ahora más, porque se está haciendo un traje especial para una boda muy especial en la que será la protagonista como "reina madre": Un "príncipe azul "se lleva a su preciosa hija y eso da mucho trabajo y quebraderos de cabeza pero "me lo lleva bien". Como buena amazona que fue -campeona de España- lleva las riendas con pulso firme. En el hospital nada se le escapa, todo funciona y es la amabilidad personificada.
Según la leyenda, un príncipe azul es un joven bien plantado. Puede lucir una faja o cinta alrededor de su uniforme principesco, y a menudo un pequeño y lustroso bigote. Tiene unas maneras elegantes y es un ser ilustrado. Según la futura suegra de este príncipe -mi enfermera-, es muy "mono" pero no lleva ni faja ni lustroso bigote; sólo una toga. Tendré que verlo en persona pero hasta que no llegue el día de la boda sólo dispongo de una foto que es "top secret". Para intrigar al personal y dar más misterio al asunto, les muestro sólo una parte de su rostro, no vaya a ser que me denuncie por no preservar su intimidad.
Según la leyenda, un príncipe azul es un joven bien plantado. Puede lucir una faja o cinta alrededor de su uniforme principesco, y a menudo un pequeño y lustroso bigote. Tiene unas maneras elegantes y es un ser ilustrado. Según la futura suegra de este príncipe -mi enfermera-, es muy "mono" pero no lleva ni faja ni lustroso bigote; sólo una toga. Tendré que verlo en persona pero hasta que no llegue el día de la boda sólo dispongo de una foto que es "top secret". Para intrigar al personal y dar más misterio al asunto, les muestro sólo una parte de su rostro, no vaya a ser que me denuncie por no preservar su intimidad.
En la foto "luce" bien, tiene cara de buena persona, y me consta que es muy trabajador. Lo importante para mí es que se lleva una joya y espero que me la cuide... Estoy convencido de que de ser así, tanto mi Carmen como su marido Sir Happiness no ganarán un yerno sino un hijo.
¡Ah! Estoy invitado a la boda y no creo que hayan pensado en mí al organizarla pero han tenido la clarividencia de hacer ceremonia y ágape en el mismo lugar. Será una de las primeras bodas en la que no tendré que hacer un Hannover. Placer de dioses.
1 comentario:
Qué bien nos va a ir éste libro, porque, la verdad, estamos muy perdidos. Es un problema desesperante, ver como tu hijo va creciendo y no va asumiendo conocimientos. Gracias de nuevo Santi.
Montse.
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