El copago y el desastre informático de la sanidad

Estoy de acuerdo con el copago pero no como se está planteando estos días queriendo que los pensionistas paguen parte de los medicamentos. Es un hecho que la Sanidad gratuita no se puede sostener y menos tal como va ahora. Ya comenté que se está convirtiendo en una gran ONG para los inmigrantes por su acceso a ella con una facilidad asombrosa y ahora, además, se añade otro problema muy grave con la falta de ingresos por el alto número de parados. En pocas palabras nos encontramos con una Sanidad con más gastos y menos recaudación.

En España y en la Comunidades Autónomas faltan Ministros y Consejeros de Sanidad a los que les falta "lo que hay que tener" para poner orden en este desastre. Lo que es gratuito no se valora en absoluto pero el usuario exige una atención de hospital americano (vean la película John Q) porque "pa eso pago". Lamentablemente eso no es así; el "papá" Estado llega hasta donde puede y se ha acabado la época de vacas gordas.

En una reunión a la que asistí recientemente se afirmó que dos de las profesiones que se van valorando menos son maestro y médico. La profesión médica se ha degradado tanto que en algunos ambulatorios se ha puesto un letrero que dice así "Prohibido pegar al médico". A pesar de la aportación solidaria que hacemos todos los que trabajamos el acto médico no debe ser gratuito.

Pero hoy quiero entrar a trapo con otro tema. Como ejemplo usaré la Comunidad Autónoma Catalana. En ella hay hospitales públicos, concertados y privados en una mezcolanza sin igual. Los públicos y concertados atienden a los asegurados de forma gratuita "sin límites": venga cuando quiera estamos las 24 horas del día y los 365 días del año abiertos para su comodidad. Si le pasa por (los c...perdón) la mente darse una vuelta por urgencias no dude en acudir aunque eso sí quizás tendrá que esperar un poquito. Malas lenguas aseguran que nuestro Presidente del Parlamento, Ernest Benach, cuya biografía es sorprendente (de barrendero a presidente, self made man) cederá por un módico precio su nuevo Audi A8 tuneado para los pobres que no tengan coche para ir a urgencias. Una gozada. Respecto a la sanidad catalana solamente destaco algunos puntos que claman al cielo:

• Los hospitales no tienen estandarizado el sistema informático. Ergo, no se pueden conectar entre ellos. Cada uno de ellos va a su aire y el paciente no podrá podrá tener un chip electrónico con su historia clínica personal. La planificación este sentido refleja claramente el lamentable mal estado de la organización. Sin embargo, y no es para ponernos medallas, los médicos catalanes están bien considerados a pesar de sus ínfimos sueldos.
  
• Un niño puede, por ejemplo, ser llevado a servicios de urgencias de hospitales diferentes de máximo nivel el mismo día y a cualquier hora. Los de un hospital no se enteran de que ha sido previamente visitado en otros centros casi simultáneamente. Puede repetir la visita al médico por un sólo "moco" cuantas veces quiera si a los padres así se les antoja. Despilfarro total.

La solución de esto parece complicada pero se me ocurre un remedio muy sencillo. El asegurado deberá pagar un euro por cada visita a urgencias si dispone de móvil. Si está en la pobreza extrema, es decir no tiene móvil, la visita será gratuita. Se podrían hacer otros baremos en función del número de gadgets que tengan en su casa o clasificarlos a partir de la declaración de la renta, por ejemplo. Esto podría ser "políticamente inaceptable" por ser "discriminatorio" al clasificar a los ciudadanos de 1ª, 2ª, 3ª, 4ª...clase.

Señores, la sanidad tiene un coste. Si es gratis -con salvedades- hay abusos. Felicito a la Consejera Marina Geli por su valentía para proponerlo en estos momentos.