domingo, 26 de octubre de 2008

Tengo que hacer mi "testamento vital"

Tengo que hacerlo. Ayer vi en el programa Informe Semanal el caso impresionante de una pareja con un hijo. El padre con una enfermedad degenerativa rápida es entrevistado ante su muerte y la emisión se ha hecho después de ella. Muchos tienen pensado hacerlo pero no saben cómo. Hay dos variantes la civil y la religiosa católica.

Variedad civil.
Todas las autonomías tienen regulada por ley este documento que se denomina instrucciones previas, voluntades anticipadas y manifestaciones anticipadas de voluntad. En todas las Comunidades Autónomas existe un Registro oficial de testamentos vitales.

El documento privado de testamento vital puede firmarse ante notario o ante tres testigos. Dos de ellos no pueden ser familiares en segundo grado ni estar vinculados por relación patrimonial con el otorgante. Otro modelo (DMD) está ya preparado para la firma con testigos. En los modelos oficiales de las Comunidades Autónomas se firman generalmente ante funcionario público. Aconsejan añadir al apartado de "otras instrucciones" los de la Asociación Federal Derecho a Morir Dignamente (AFDMD) lo siguiente:

  1. Deseo finalizar mi vida con una limitación del esfuerzo terapéutico, evitando todos los medios artificiales, tales como técnicas de soporte vital, fluidos intravenosos, fármacos (incluidos los antibióticos), alimentación artificial (sonda nasogástrica) o cualquier otro tratamiento que pueda prolongar mi supervivencia.
  2. Deseo unos cuidados paliativos adecuados al final de la vida, que se me administren los fármacos que palien mi sufrimiento y aquellos cuidados que me ayuden a morir en paz, especialmente –aún en el caso de que pueda acortar mi vida- la sedación terminal.
  3. Si para entonces la legislación regula el derecho a morir con dignidad mediante eutanasiaactiva, es mi voluntad morir de forma rápida e indolora de acuerdo con la lex artis ad hoc .
Variedad Conferencia Episcopal Española.
A mi familia, a mi médico, a mi sacerdote, a mi notario:
Si me llega el momento en que no pueda expresar mi voluntad acerca de los tratamientos médicos que se me vayan a aplicar, deseo y pido que esta Declaración sea considerada como expresión formal de mi voluntad, asumida de forma consciente, responsable y libre, y que sea respetada como si se tratara de un testamento.

Considero que la vida en este mundo es un don y una bendición de Dios, pero no es el valor supremo absoluto. Sé que la muerte es inevitable y pone fin a mi existencia terrena, pero desde la fe creo que me abre el camino a la vida que no se acaba, junto a Dios.
Por ello, yo, el que suscribe........................

Pido que si por mi enfermedad llegara a estar en situación crítica irrecuperable, no se me mantenga en vida por medio de tratamientos desproporcionados o extraordinarios; que no se me aplique la eutanasia activa, ni que se me prolongue abusiva e irracionalmente mi proceso de muerte; que se me administren los tratamientos adecuados para paliar los sufrimientos.

Pido igualmente ayuda para asumir cristiana y humanamente mi propia muerte. Deseo poder prepararme para este acontecimiento final de mi existencia, en paz, con la compañía de mis seres queridos y el consuelo de mi fe cristiana.

Suscribo esta Declaración después de una madura reflexión. Y pido que los que tengáis que cuidarme respetéis mi voluntad. Soy consciente de que os pido una grave y difícil responsabilidad. Precisamente para compartirla con vosotros y para atenuaros cualquier posible sentimiento de culpa, he redactado y firmo esta declaración.

Doctor,doctor últimamente usted no es la alegría de la huerta que digamos...Estoy perfectamente bien "si no entramos en detalles" pero me gusta poner sobre el tapete temas que mucha gente no quiere plantearse.

Como se le escapó al ínclito JM Aznar, pensando que su micro estaba cerrado, "menudo rollo les he pegado".

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