domingo, 1 de junio de 2008

Dios, cuando reparte, nunca es escaso

Durante la semana siempre tengo a mi lado en el Hospital a Sir Joseph, pediatra y filósofo, y una de mis Cármenes. Ambos se caracterizan por su buen sentido común y una capacidad inmensa de saber refranes o frases lapidarias. Cuando las cosas van mal dadas Sir Joseph me enseñó la frase que da la entrada a este blog.

Ayer, como les comenté, iba a "gozar" de un fin de semana en Madrid acompañado de Monsieur Moustache o "Il Cavalieri". Viaje -estreno- en el AVE; maravilloso con salida a las 8:30 am. Había quedado a cenar con mi hija y Sir Enrique, su esposo, en mi restaurante preferido La Alpargatería. Tras depositar las maletas en el hotel nos encaminamos al Museo del Prado. Goya, Velázquez y un gentío enorme. Cansados de andar, comidita en el O´Caldiño. Para la digestión Monsieur Moustache se va a dar una vuelta y yo al catre del hotel; estoy reventado. Duermo de 15 a 18 horas. Llega justo cuando despierto de la siesta. En ese momento recibe una llamada de Barcelona; su madre parece tener un problema grave.

Nos movilizamos ante la alerta para cambiar los billetes del AVE y volver lo antes posible. Es sábado todas las agencias de viajes cerradas. Vamos a El Corte Inglés. No pueden cambiarlo y nos dicen "vayan a la estación de Atocha". Taxi. En la estación del AVE ducha de agua fría "no se pueden cambiar de un día para otro, si mañana vienen pronto sería posible si el supervisor lo autoriza".

Desazonados volvemos al hotel. Mi hija me comunica que Sir Enrique se ha puesto a 40º C con un "trancazo" y no podrán venir a cenar. A las 21 h. dos figuras espectrales entran en el restaurante. Monsieur Moustache casi no cena. Trazamos un plan de guerra. Hoy a las 6 de la mañana nos levantamos y vamos a Atocha dispuestos a cambiar su billete aunque sea al estilo John Q. Corridas arriba y abajo conseguimos cambiarlos. A las 7.30 ha. sentados en vagones diferentes salimos hacia Barcelona.

Una vez que mi mujer me deja salir solo el "finde"...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero que Renfe revise su política de ventas. ¿Porqué se puede cambiar un billete de avión sobre la marcha, y uno de tren, no? Es cierto que el éxito del AVE Barcelona-Madrid y viceversa es tal que en pocos trayectos quedan plazas libres (sobretodo, en los de primera y última hora del día), pero Renfe debería ser más flexible y dar más facilidades a los viajeros. El hecho de que el billete sea cerrado y sea tan difícil cambiarlo es un condicionante negativo.
Por otra parte, Dr. Santi, quizás lo accidentado de la escapadita del fin de semana le hará valorar, más si cabe, la tranquilidad y el disfrute de sus habituales días de asueto. Como también debe decirle Sir Joseph de vez en cuando, "no hay mal que por bien no venga". Ánimos para la semana que empieza.

Cristina dijo...

¡Qué mala pata, doctor! ¡Sin duda, ha sido víctima de la Ley de Murphy!
Yo ya lo fui en una ocasión; nada más aterrizar en Sydney (iba a ser mi viaje de ensueño), me caí por una de las escaleras del aeropuerto y me rompí la pierna. Imagínese el resto...
¡Mucho ánimo para su próxima escapada!