Esto es como el Giro de Italia o el Tour de Francia. He quedado segundo. Segundo de qué, doctor. Ahora se lo explico
En mi consulta procuro incorporar todas las novedades tecnológicas que van apareciendo y, muy especialmente, las de diagnóstico rápido. Sabido es que en medicina cada aparatito vale un riñón. Los pediatras somos la "infantería" de la medicina. Ganamos dinero por el tiempo empleado en la visita. Como un psiquiatra. No hay ingresos extras como los que se dedican a cirugía y cobran aparte de la visita, la intervención, las prótesis y otras "petites minardises". En Estados Unidos hay un ranking de ingresos médicos (una especie de listado Forbes) por especialidad. Los que ganan más son los neurocirujanos y en el furgón de cola van los pediatras. No lo encuentro injusto lo que pasa es que has de trabajar como un enano para que te salgan las cuentas y puedas comprar alta tecnología para equipar la consulta.
Los que me conocen saben que husmeo como un perro de caza todas las novedades tanto médicas como diagnósticas en pediatría. Gracias a eso creo que mis pacientes saben que los trastornos visuales, auditivo o escoliosis los "cazamos" mucho antes de empiecen a dar problemas.
Para detectar los trastornos de la visión tenía un fotorefractómetro (menudo nombrecito) basado en una fotografía Polaroid que comparaba la silueta de "ojo rojo" en ambas pupilas. La fotografía digital ha dado al traste con la de película química. Como consecuencia me he quedado sin fotorefractómetro ya que esa casa comercial ha dejado de fabricarla. Pero mi olfato me ha llevado a tener uno mucho más sofisticado capaz de diagnosticar trastornos visuales del bebé desde los 6 meses en en unos 15-30 segundos. Fantástico doctor, es usted un hacha. Sí, la la lastima es que el propietario del Plusoptix es el banco porque cuesta un ojo de la cara.
Buscando información de más instrumentos médicos para la consulta encontré que una clínica oftalmológica se me había adelantado. Según ellos son los primeros en incorporar esta técnica en España "ergo" el segundo soy yo.
Para mí es una satisfacción poder estar al día de las nuevas técnicas y, además, me lo paso bomba buscando y rebuscando. Lástima que el instrumental médico sea tan caro.
4 comentarios:
Doctor Curtido,
sabemos que usted es un friki de la tecnología y que su consulta está bien equipada; y no me refiero a su cohorte de enfermeras, que también lo están (sobre todo esa rubia y simpática recepcionista. Los padres agradecemos que el pediatra esté a la última, tanto en literatura médica como en tecnología, pues es clave para ejercer una buena medicina. Y aprovecho la ocasión para felicitarle también por el look de la consulta, que está montada con un gusto exquisito. Tanto es así que mis niños casi están deseando ponerse malos para disfrutar de los juguetes de la sala de espera; y ¡yo, encantado! Pues me entretengo mirando ese paisaje "dorado" atravesado por curvas peligrosas.
Estimado Doc.
En este país es peligroso ser el 1º en lo que sea.....
Estoy completamente de acuerdo con el fraile: pocos consultas en Barcelona tienen el caché de la del doctor Santiago, un pediatra para quitarse el sombrero. Y también comparto su observación sobre la belleza, no sólo externa, sino interior, de quien nos recibe.
Adéu.
Respondo a la amabilidad de mis lectores. A la rubia de la entrada le ha entrado un sonrojo y -como no, una alegría- por recibir esos piropos educados. Es más, casi ha tenido una crisis hipertensiva, sonrojo y sudoración. Se ha ido a dormir mas contenta que unas pascuas. Es lógico. A su edad (je,je) todavía puede presumir de tener un buen chasis.
Les voy a contar un cosa cierta de ella que nadie se cree. Aparte de su esbelta figura ¡lleva la misma talla de ropa que cuando nos casamos hace 37 años! No va a ningún gimnasio ni corporaciones dermoestéticas ni se pone potingues. Todo es original de fábrica. Y¡funciona todavía!
En cambio yo voy al departamento de "tallas especiales" del Corte Inglés.
Me parece que a fray dulento y a pep ¡pillines,pillines! los ojos se les van cuando una figura tipo botella de Coca Cola les pasa por delante. Felicidades, eso es una buena señal que los hombres no debemos perder.
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