Estoy metido en un lío tecnológico para intentar promover un aparato electrónico. Yo sólo no puedo hacerlo; ni tengo conocimientos suficientes ni capacidad para abarcar tantas cosas. Esta mañana he conocido a un experto en estos temas. De pasada me ha comentado que tiene un niño de 18 meses. No he querido comentarle nada porque no soy su pediatra pero, sin dudar, su vástago está entrando en una fase del desarrollo infantil denominada por los anglosajones "terribles dos" (años). A esta edad el niño se vuelve negativista, oposicionista y desafiante. Muchos parecen monologuistas de una sola palabra. Sólo repiten ¡no! ante cualquier propuesta que le hagas aunque los papás sepan positivamente que le gusta hacerlo.
No se agobien; se cura con el tiempo. Un día, si me lo recuerdan, les explicaré como se interpreta la palabra no a los dos años.
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