Un día hablaré de los problemas ético-legales que se nos plantean cada día como la llamada “zona gris” en el momento del parto, el alargamiento de una vida que no tiene sentido y otras muchas. Son temas en los que sesudos pensadores filosofan y. posteriormente, los legisladores dictan las leyes. Muchas de estas preguntas tienen la ventaja de que se pueden razonar con tiempo con un equipo interdisciplinar y tomar la decisión final. Pero, siempre, siempre la vida va por delante de la realidad.
Digo esto porque lo/as “angustiantes” que vienen por cualquier trastorno o enfermedad del niño, por banal que sea, y después de darles las explicaciones y los consejos necesarios para tratar la dolencia saltan con la pregunta demoledora, el torpedo angustiante o la creación de la angustia en lo más profundo de mi ser: “¿Está seguro que no le pasará nada…?” . “Está bien seguro que no será grave?” "¿Cómo es posible que esté así el niño? - como si fuera culpa mía, “No puede ser que esté enfermo, yo lo cuido muy bien”.
Señores, lo siento, yo sólo puedo dar garantía para 30 minutos.
2 comentarios:
hola a todos, antes que nada felicitarlo por las "recetas diarias" que nos da a los padres.
Creo que durante los dos primeros años de vida de mi hija (ahora consta de 5) yo era una madre "angustiante", siempre pensaaba lo peor, recuerdo que cuando la llevaba al pediatra luego en casa verificaba en internet si diagnóstico y síntomas eran ciertos.
Suerte que la experiencia es un grado y que con el segundo puedo decir que de angustiante he pasado a "bueno es un virus, paciencia....".
Doctor, nuestra intención no es angustiarle ni mucho menos (¡faltaría más!), simplemente necesitamos oír de una voz experta que, como madres, estamos haciendo bien las cosas y, sobre todo, que todo saldrá bien. Es cierto que, sin quererlo ni beberlo, le utilizamos a usted como punto de apoyo para sentirnos arropadas en nuestra tarea de "madres infalibles". ¡Gracias por estar ahí y aguantarnos!
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