Parece mentira que estos bichitos que ven al lado den tantos quebraderos de cabeza-nunca mejor dicho- a los padres y a los colegios. La foto muestra el puro crecimiento, como los humanos, "desde la niñez" hasta ser adulto.
Una reciente puesta al día de esta infección por la revista Pediatrics. Siento que esté en inglés pero es lo más actual desde el aspecto científico. Los investigadores del Centro de Enfermedades Contagiosas del Servicio Nacional de Salud de Gales acaban de publicarun estudio que asegura que cuatro de cada cinco piojos son resistentes a los compuestos químicos que se suelen utilizar para su eliminación. Según estos científicos, que analizaron 4.000 piojos, más del 80% de estos bichos son resistentes a los insecticidas más comunes como la permetrina o la fenotrina, los más populares porque requieren poco tiempo de contacto con la piel para ser efectivos y tienen un olor menos fuerte que otros tratamientos. Los padres están hartos de tratamientos que no funcionan y se desesperan por las recaidas. Me he preocupado de buscar alternativas "naturales". Las hay; lo que ocurre es que no están probadas científicamente aunque parecen efectivos. Entran dentro de la llamada "medicina popular". Uno de ellos consiste en imprenar todo el pelo con vaselina (o ¡mayonesa!) u recubrirlo con un gorro de ducha durante la noche (unas 8 horas). Por la mañana se lava la cabeza pero como queda tan pringosa hará falta emplear un detergente desengrasante. La ventaja es que no es tóxico, la desventaja su lentitud. Un hospital de Stanford (Packard Childrens) recomienda un tratamiento "de estar por casa" consistente en emplear un jabón sencillo del supermercado y mezclarlo con 3 cucharadas soperas de aceite de oliva, 1 cucharada de té de tres aceites y 1 cucharada de aceite de aucalipto. se mezcla todo con poca cantidad de jabón se pone un gorro de baño durante 1/2 hora. como huele mucho se debe retirar el gorro hacia atrás para no irritar los ojos. Lavar la cabeza dos o tres veces. Se puede repetir el proceso si es necesario.
Una reciente puesta al día de esta infección por la revista Pediatrics. Siento que esté en inglés pero es lo más actual desde el aspecto científico. Los investigadores del Centro de Enfermedades Contagiosas del Servicio Nacional de Salud de Gales acaban de publicarun estudio que asegura que cuatro de cada cinco piojos son resistentes a los compuestos químicos que se suelen utilizar para su eliminación. Según estos científicos, que analizaron 4.000 piojos, más del 80% de estos bichos son resistentes a los insecticidas más comunes como la permetrina o la fenotrina, los más populares porque requieren poco tiempo de contacto con la piel para ser efectivos y tienen un olor menos fuerte que otros tratamientos. Los padres están hartos de tratamientos que no funcionan y se desesperan por las recaidas. Me he preocupado de buscar alternativas "naturales". Las hay; lo que ocurre es que no están probadas científicamente aunque parecen efectivos. Entran dentro de la llamada "medicina popular". Uno de ellos consiste en imprenar todo el pelo con vaselina (o ¡mayonesa!) u recubrirlo con un gorro de ducha durante la noche (unas 8 horas). Por la mañana se lava la cabeza pero como queda tan pringosa hará falta emplear un detergente desengrasante. La ventaja es que no es tóxico, la desventaja su lentitud. Un hospital de Stanford (Packard Childrens) recomienda un tratamiento "de estar por casa" consistente en emplear un jabón sencillo del supermercado y mezclarlo con 3 cucharadas soperas de aceite de oliva, 1 cucharada de té de tres aceites y 1 cucharada de aceite de aucalipto. se mezcla todo con poca cantidad de jabón se pone un gorro de baño durante 1/2 hora. como huele mucho se debe retirar el gorro hacia atrás para no irritar los ojos. Lavar la cabeza dos o tres veces. Se puede repetir el proceso si es necesario.
Otro método es ponerle el secador 15 minutos por la mañana y 15 por la noche porque calor los mata sin poner ningún tipo de potingue en el pelo. La verdad es que parece un tratamiento un poco incómodo. Darle al secador un cuarto de hora es un latazo. tampoco se sabe cuantos días hay que hacerlo.
Finalmente hay una posibilidad que está registrada el el Red Book (biblia de las infecciones en pediatría. Es administrar dos tandas de trimetoprim-sulfametoxazol dos veces al día durante 3 días separadas por una semana.
2 comentarios:
Nosotros nos enfrentamos al problema el año pasado, y fue un calvario, imagina pasar la liendrera a un niño de tres años; después de varios intentos infructuosos con la farmacia probamos suerte con la esencia de árbol de té, un remedio de herbolario que me recomendó mi hermana, y nos funcionó muy bien. Huele bastante fuerte, es el inconveniente, pero este curso se lo ponemos desde el primer día, mezclado con agua con un pulverizador. Y sin efectos secundarios.
Saludos!
Yo recucerdo que mi madre, llorando de asco por los bichos, me ponía algunas veces viangre y otras veces gasolina en la cabeza. Creo que funcionaban las 2 cosas, y no os asustéis, tengo pelo en la cabeza y bastante!
Un abrazo Santi!
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