Sucedió hace ya algunos años. Yo había acabado la carrera y trabajaba donde podía. En aquel tiempo era habitual hacer "suplencias" o sustituciones cuando un médico se ponía enfermo o hacía vacaciones. Un día que yo era el suplente del suplente, no podía ir por un problema familiar. Tuve que buscar a otro suplente ("ya era el resuplente"). Pedí a un excelente médico con la carrera recién acabada que me echara una mano. La pega fue que yo ignoraba sus escasos recursos diplomáticos y de trato con padres.
A la consulta fue una mamá con un niño rollizo, sano, alegre de unos 2 años de edad. El motivo era que "no quería comer" y venía para que le recetara "algo para abrir el apetito". Mi amigo, con buen criterio médico y buenas palabras, le explicó el desarrollo del niño a esta edad, sus cambios de actitud y que no había que forzarlo a comer. La mamá insistía: ¡quiero que le dé algo para que coma!. Mi amigo se fué calentando pero, dominando su ira, le recordó que no hay que dar medicamentos a los niños si no los necesitan y se regulan muy bien para comer lo que necesitan. La mamá enfadada dijo: "Si no come se me morirá". Mi amigo, con la pachorra del Dr. House, le espetó tranquilamente: "Pues que se muera".
No explico lo que siguió después. Bronca, denuncia al inspector del seguro pero éste, también pediatra y viejo zorro, se comprometió a vigilar el peso del niño personalmente sin tomar nada. El niño siguió "malcomiendo" pero subía de peso perfectamente. Fué creciendo "fuese y no hubo nada"
Moraleja: No juzguen lo que debe comer un niño. Vigilen ustedes su peso porque a casi todos nos sobran unos kilillos de más.
A la consulta fue una mamá con un niño rollizo, sano, alegre de unos 2 años de edad. El motivo era que "no quería comer" y venía para que le recetara "algo para abrir el apetito". Mi amigo, con buen criterio médico y buenas palabras, le explicó el desarrollo del niño a esta edad, sus cambios de actitud y que no había que forzarlo a comer. La mamá insistía: ¡quiero que le dé algo para que coma!. Mi amigo se fué calentando pero, dominando su ira, le recordó que no hay que dar medicamentos a los niños si no los necesitan y se regulan muy bien para comer lo que necesitan. La mamá enfadada dijo: "Si no come se me morirá". Mi amigo, con la pachorra del Dr. House, le espetó tranquilamente: "Pues que se muera".
No explico lo que siguió después. Bronca, denuncia al inspector del seguro pero éste, también pediatra y viejo zorro, se comprometió a vigilar el peso del niño personalmente sin tomar nada. El niño siguió "malcomiendo" pero subía de peso perfectamente. Fué creciendo "fuese y no hubo nada"
Moraleja: No juzguen lo que debe comer un niño. Vigilen ustedes su peso porque a casi todos nos sobran unos kilillos de más.
2 comentarios:
Es buenísimo Santi! Que razón tenía el médico!
Yo tengo un bebé de 15 meses y me ha costado mil lágrimas que coma bien, con paciencia y a veces perdiéndola y haciendome sentir "mala madre". Ahora ya por fin, puedo decir que el niño come bien, siguiendo tus consejos! Animo mamis que todo se supera!
Un abrazo
jajajajajajaaajaja... qué bueno!
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