Como mi cuerpo serrano anda ya un poco maltrecho, sólo bebo agua. El vino lo dejé a los 6 años de edad, ¡sí, 6 años!, cuando en casa de mis abuelos agarré una cogorza de anís de mucho cuidado. Quedé vacunado contra las bebidas alcohólicas de todo tipo. Además del agua también tomo algún refresco, especialmente en verano.
Desde hace varios años tanto en la bibliografía pediátrica como en la de adultos, están apareciendo, constantemente, artículos sobre el peligro de los refrescos (soft drinks) sobre los jóvenes ya que la obesidad y sus consecuencias acortarán su vida por accidentes cardiovasculares. También añado que hay una gran disparidad de los estudios a favor y en contra de lo que digo, pero es indudable el impacto sobre la salud de los niños junto con la disminución del ejercicio físico. En los estudios sobre los “soft drinks” no especifican exactamente cuáles son los más peligrosos dado que su composición es muy variada pero sí el consumo diario de estas bebidas.
La cantidad y variedad de ellas es enorme pero mientras unas casas comerciales dirigen toda su artillería propagandística hacia los más pequeños para promover sus productos, otras realizan una labor educativa respecto a la nutrición y a la hidratación tanto para el público como para los profesionales de la salud. Comparando un poco con el alcohol (mejor el vino) “se puede beber pero hay que saber beber y que es lo que se bebe”. Uno de los productos que realizan esta labor educativa en muchos frentes es la marca Aquarius; yo la conozco de las reuniones científicas de pediatría en temas del metabolismo el agua y las sales minerales. Por ejemplo, realizan formación continuada en las Jornada Aquarius de Formación en Gastroenterología - cuatro ediciones- dirigidas a médicos internos residentes que quieren ampliar su conocimiento en este campo y en congresos nacionales para que los componentes de los cerntros de atención primaria conozcan las recomendaciones para una hidratación adecuada de la población. Ese nombre lo aprendí en las Olimpiadas de Barcelona porque era la bebida oficial de los juegos como novedad de la hidratación en el ejercicio físico.
Las bebidas hidratantes y re-hidratantes no se deben emplear en los niños enfermos de una gastroenteritis aguda. En concreto, la que he citado, es una tentación por su buen sabor y aceptación por los pequeñajos. Su composición es diferente de las soluciones de rehidratación especialmente estudiadas para las diarreas y los niños pequeños que se venden en las farmacias. En cambio, para los mayorcitos es recomendable cuando realizan una actividad física y sino vean como la "jovencita" de la foto disfruta hidratándose.
3 comentarios:
Y respecto las bebidas energéticas, qué sabe/podría contar? son tan malas como las pintan? muchas gracias!
Yo no crean que sean malas, sirven para refrescar y en el caso de aquarius además te ayuda en muchos factores de la salud..Par mi no son malas.
Para mi tampoco son nada malas, me vienen muy bien para refrescarme en cualquier momento... y además Aquarius me gusta mas porque no tiene gas.
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