lunes, 12 de septiembre de 2011

11 S en Nueva York. Estuve allí una semana después

La Diada Nacional de Catalunya siempre deberá convivir, mediáticamente, con el 11 S de Nueva York. El Govern tiene que desplegar todas sus fuerzas para no verse engullida por la fuerza de la sangre, la muerte y el horror que se produjo ese día a miles de kilómetros de mi ciudad y que atrae cada año la atención de todo el mundo.

A los españolitos nos encanta el "morbo", ese interés malsano por las personas o las cosas y la atracción hacia acontecimientos desagradables. En todos los medios audiovisuales se repiten escenas macabras de todo tipo sin tener en cuenta que los niños ven repetidas muchas escenas sangrientas (atentados, guerras, muertes). Un ejemplo burdo y sencillo, la mayoría de ustedes conoce el nombre de uno de los toros más famosos de la historia; vive todavía y su caché va subiendo a medida que mata a más gente en fiestas populares.

En muchísimas revistas médicas y no médicas de EEUU han aparecido artículos para padres con un título similar al siguiente: "How to Tal to Kids About 9/11". Yo estuve allí, por razones familiares, justo una semana después cuando el alcalde Giuliani pedía a todos los neoyorkinos que se reincorporaran al trabajo. Paralizados por la tragedia, nadie salía de sus casas y casi nada funcionaba; si no empezaban a trabajar se avecinaba un desastre económico. Nosotros teníamos visita médica en el NY Medical Center, hospital de referencia para los afectados, muy cerca del WTC.

Sé que hubo un pacto para evitar las imágenes dolorosas salieran en los medios  comunicación pero me queda una duda enorme que me gustaría preguntar al afamado fotógrafo y profesor de universidad en esta materia, Paco Elvira: "El 11 S, sin duda, fue la tragedia más documentada de la historia pero ¿cómo es posible que tras 10 años nos sigan repitiendo las mismas imágenes y no aparezcan nuevas?". Seguro que, desde antes de las 08h.46m.30s. (hora del impacto del primer avión) y, a partir de entonces se recogieron millones de ellas y horas de grabaciones (fotógrafos, espontáneos, turistas, cámaras de vigilancia, helicópteros, televisones, etc) que no han salido a la luz todavía ni se han dado a conocer por las redes sociales. ¿Tiene algo que ver la NSA?

Por lo visto, ha quedado muchas preguntas sin resolver pero eso es muy habitual en el mundo que nos rodea.

1 comentario:

Paco Elvira dijo...

Por supuesto Santi. Ha habido una censura tremenda.Se ha considerado como una guerra y como decía un famoso analista del fotoperiodismo:"Ningún bando permite fotos de sus bajas"