martes, 13 de enero de 2009

Infancia segura


Los accidentes son la causa más frecuente de mortalidad infantil en los países del "primer mundo". La palabra accidente nunca me ha gustado desde que, en Boston fui a recoger un informe sobre formas de prevenir accidentes infantiles en el estado de Massachussets cuyo gobernador era a la sazón Michael S. Dukakis 1975 - 1979 (¡ojo, papis malvados no era pariente de nuestra deseada Elsa!). Lo que más me llamó la atención era el cambio de concepto que presentaba. La palabra "accidente" debía ser sustituida, por lo menos desde el punto de vista epidemiológico y médico por "lesiones producidas por..". Si reflexionan verán que el significado es muy distinto. El accidente da la impresión de haber tenido mala suerte, "no se mató de milagro", "le fue de un pelo" son frases habituales para describir un "casi-accidente". Si decimos lesiones producidas por colisión, caída, quemadura por.. es mucho más preciso y te da una idea exacta de cómo plantear la prevención. Como la seguridad es algo que debe estar presente en nuestras vidas he conocido una web española muy bien hecha entre cuyos colaboradores se encuentran dos pediatras amigos míos: Paulino Castells y Fernando Moraga. La web se llama Infancia Segura. Entren, vale la pena.
A propósito de Don Fernando (el de la foto) les voy a contar un desayuno que tenemos pendiente desde hace años. Nos conocemos desde el cole y hemos realizado muchas actividades médicas juntos. El está en la "competencia" el Hospital Infantil Vall d´Hebrón y es Profesor de Pediatría en la Universidad Autónoma de Barcelona; es decir, estamos a la par pero yo en la Universidad de Barcelona (que es mejor, je, je). Él, aparte de ser un inquieto y un buen profesional, tiene una característica que muy poca gente la tiene; es un "señor". Desgraciadamente hay pocas personas que por el trato, la cultura, la cortesía y la sabiduría se las pueda calificar de señor o dicho de otra forma "con clase".
Los dos somos unos glotones y nos encantan las madalenas. Una vez quedamos en vernos a desayunar en una granjas de la calle Dos de Mayo para hacer algo que nos apasiona; coger un gran bol y meter madalenas con leche hasta que quede una sopa espesa "quasi" sólida. Una vez conseguida la pasteta espesísima con una cucharada sopera la vamos tomando poco a poco deleitándonos hasta el delirio. Nos hacemos mayores y todavía no hemos podido ir a la granja pero la suerte para nosotros es que podremos tomar la sopa de madalenas aunque estemos desdentados.

1 comentario:

Anónimo dijo...

una pagina muy interesante