martes, 28 de agosto de 2007

Próximo congreso sobre el entorno ambiental en el niño

Acabo de recibir el programa de la 5ª reunión anual que se celebra en EEUU sobre la salud del niño y su entorno. Los temas están enfocados -como se deduce del título- a la influencia del ambiente sobre la salud del niño. La verdad es que si uno reflexiona sobre los puntos que se van a tratar en el programa y sobre la evolución de nuestro entorno, es para preocuparse. Se hablará del posible efecto ambiental en el aumento de niños autistas, del terrorismo, de la violencia escolar, de la obesidad, así como los trastornos en la salud por cambios climáticos, por ejemplo, el aumento de los problemas respiratorios por la polución.

El cambio climático está tan de "moda" que pueden ocurrir dos cosas: una, que la sociedad y los políticos se lo tomen en serio para frenar esta carrera acelerada hacia el desastre; o dos, que de tanto comentarlo uno llegue a pensar que "no será para tanto", "exageran"o "yo no puedo hacer nada solo".

Les pongo un simple ejemplo de la evolución en las ventas de un medicamento: el Ventolín (R), un broncodilatador. Hace dos décadas su uso era excepcional. Cuando los padres leían el prospecto se horrorizaban; si pueden, léanlo. Ahora es un medicamento tan habitual que hasta los padres te comentan telefónicamente: "Tosía mucho y ya le he dado Ventolín". Eso indica dos cosas importantes: que la cantidad de niños con problemas de broncoespasmo ha aumentado muchísimo y que , en muchos casos, es por la contaminación ambiental.

El cambio en la mentalidad social ha de ser tan grande que requerirá tiempo para que nos tomemos en serio este problema. Lo comparo con otro problema de salud del que ni nos inmutamos y por eso soy pesimista: los accidentes de tráfico siguen aumentando, aunque nos quiten los puntos, el carné o lo que haga falta. Somos una pandilla de jamelgos sin remedio.

Yo no lo veré pero si el cambio climático avanza y se acaba la gasolina, no pasará nada. Poco a poco iremos hacia atrás y acabaremos viviendo como en siglos anteriores: iremos en carro y a caballo, usaremos velas, etc. Realmente será una vida mucho más ecológica.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hombre, doctor, usted que conoce tan bien a los "jamelgos" de nuestra especie, ¿cómo se atreve a decir que en el peor de los casos volveremos a la Edad de Piedra? El ser humano es muy comodón!... ya ideará mil y una cosas (naturalmente ultra-contaminantes y extra-perjudiciales para nuestra salud) con tal de no tener que volver a encender velas ni tener que andar a pie los 50 metros que hay hasta el bar más próximo.

Anónimo dijo...

¿Cambio qué...? Muchos científicos se la han cogido con papel de fumar cuando afirman que estamos en pleno cambio climático. Las evidencias son débiles, las simulaciones computacionales no son de fiar al 100 por 100 y con esta excusa muchos investigadores están recibiendo fondos para sus invstigaciones. Hay muchos intereses por medio y el cambio climático se ha convertido en el fantasma del nuevo milenio, como lo fue antes la energía nuclear, la ingniería genética, sus transgénicos o los alienígenas que nos arrastraban a sus naves para meternos por el culo sus avanzados instrumentos de exploración.
Comparto su preocupación, doctor, desde el escepticismo, la moderación y la prevención. Y bienvenidas sean las medidas gubernamentales para reducir las emisiones de CO2, pero que se dejen de la cantinela del cambio climático. Porque de seguir así, empezaré a tomar esos broncodilatadores que menciona, para poder respirar tanta insensatez. Los polos se derriten, así como muchos cerebros.
Y no se preocupe, no volveremos a la Edad de Piedra. Nunca salimos de ella, lo que pasa que hemos decorado nuestras cavernas con alta tecnología.