domingo, 22 de julio de 2007

Entrega de la Placa de Segunda Clase de la Cruz Roja al Dr. García-Tornel

¡Caramba, qué importante es usted! Pues sí, lo soy para mi esposa, para mis hijos y para los que me quieren. Y esa placa de Segunda Clase ¡qué significa! Pues no lo sé. Se la dieron a mi abuelo, Lorenzo, gran médico cirujano y gran persona. La verdad es que he oído muy pocas veces hablar mal de él. Esta noticia apareció en La Vanguardia el miércoles 4 de octubre de 1939 en el apartado Vida de Barcelona, página 8. La he encontrado entre la miríada de papeles que estoy eliminando para hacer la reforma de la casa. ¡Qué difícil es decidir qué hacer con ellos! Forman parte de tu vida; de tu pasado y, un poco, de tu presente. Algún día hablaré del "abuelo Lorenzo". Cuando era pequeño y decía mi apellido me decían "¿tú eres pariente del Dr. Garcia-Tornel?" con asombro y reverencia. No sé, me encontraba raro al tener un abuelo tan importante siendo yo un mequetrefe. Era un médico de la época humanista, cirujano experto. En aquel momento no existían especialidades quirúrgicas. Era cirujano general y de los buenos. Gran orador (acabo de pasar de casete a CD el discurso que hizo en sus Bodas de Oro. Impresionante. Y eso que muchos comentaban que ya estaba mayor y había perdido un poco de empuje y brillantez).

Cuando celebró esas bodas yo era estudiante de Medicina. Me escribió una nota en el recordatorio de la comida. Jamás la he olvidado, procuro seguirla y la reescribo en muchas ocasiones para estimular a los jóvenes. Decía: "Espero que llegues a ser un médico de fama tanto por tu talento como por tu honradez profesional". La fama no me ha llegado, no importa. Tampoco aspiro a ella, pero sí he trabajado mucho partiendo de cero.



1 comentario:

Unknown dijo...

Un consejo: guarda todos los papeles que puedas (aunque ello suponga bronca monumental con Carmen, "pérdida" de tiempo, etc. ¡esos papeles son un tesoro!
Una sugerencia: si ocupan demasiado siempre está la opción de escanearlos y guardarlos en un cd)
Una petición: un amplio comentario sobre el "abuelo Lorenzo" (con anécdotas, datos, etc)
Un comentario: a mi me hubiese encantado tener un ¡abuelo Lorenzo!
Un comentario más: en estos tiempos que corren con ejércitos de paparazzi e innumerables y fastidiosos programas del corazón que lo único que consiguen es hacer sentir vergüenza ajena ¿quién puede querer ser famoso? solo a un "botarate", a un "superfluo", a un "zoquete" se le ocurriría anhelar tal deseo.
Un reclamo: ¡más abuelos Lorenzos!