A veces la respuesta suena más de ultratumba. El "ya voy" se pronuncia como un lamento desgarrado, expresión del dolor del joven o la joven enganchado al Messenger. Si se le repite la orden de ir a comer, responde con sensación de prontitud y colaboración anterior: "Voy, voy", pero sigue sin aparecer hasta que vuelve a retumbar la casa. Probablemente el "ya voy" es una de las expresiones que se usan más en los domicilios con jóvenes promesas de la vida. Eso sí, si llama un amigo, no lo dice; va como un meteorito al teléfono o adonde haga falta.
Debo reconocer que como "adolescente de la madurez" bastantes veces hago lo mismo. Muchos sábados, domingos y fiestas de guardar, estoy trabajando en el ordenador y a la hora de comer o cenar mi esposa me llama. Aunque sea mi plato preferido de pasta Rana(r) que pasa "del dente" a ser un pastiche incomible, enseguida contesto: "Ya voy"... y...
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