lunes, 5 de diciembre de 2011

¿Se puede hacer algo para evitar los terrores nocturnos?

El Dr. Barton Schmitt, del Children´s Hospital de Denver y al que conozco personalmente, escribió un exitoso libro del que conseguí que se tradujera al español por la Editorial Planeta (La salud de tu hijo). Es uno de los mejores libros que se han escrito para padres. Ya esta agotado y descatalogado pero yo lo guardo como oro en paño. De él he aprendido muchísimo respecto a modificar los comportamientos inadecuados del niño. En él conocí un tratamiento para paliar los terrores nocturnos.

En el terror nocturno el niño tiende a soñar durante el sueño profundo del que es difícil despertar. Esto sucede en el 2 por ciento de los niños de 1 a 8 años de edad y, generalmente, es debido aun cansancio excesivo. Suele aparecer de 1 a 2 horas después de acostarse y dura entre 10 y 30 minutos. El niño se muestra, con los ojos abiertos, agitado e inquieto, se sienta, corre gritando cosas sin sentido, confuso, no se le puede despertar y no se entera de la presencia de otras personas. A la mañana siguiente,  no se acuerda de nada. 

Son inocuos y cada episodio termina espontáneamente. Pueden durar hasta los 12 años. En el momento del paroxismo se debe tratar de tranquilizarlo, encendiendo las luces y con comentarios tranquilizadores. Nada de sacudidas ni chillidos,

Hay una técnica desarrollada por el Dr. Lask para evitar los terrores nocturnos frecuentes, especialmente en los niños mayores de de 6 años de edad que los elimina en un 90%. Se trata de observar durante algunas noches, los minutos que transcurren desde el momento en que el niño se queda dormido hasta el inicio del terror nocturno. Después hay que despertar al niño completamente durante 15 minutos, antes de la hora esperada del terror nocturno, de una forma rápida y mantenerlo fuera de la cama durante 5 minutos. este ciclo debe durar siete noches consecutivas. Si reaparecen, se debe repetir de nuevo este programa de entrenamiento de una semana.

1 comentario:

Miriam dijo...

Yo sufrí terrores nocturnos en mi infancia... bueno, yo los tuve, los sufrieron mis padres que con angustia veían como lloraba y lloraba cada noche sin saber por qué, y al día siguiente no recordaba nada... Ains...

Un saludo!