Hace pocos días vinieron la misma tarde dos adolescentes varones a la consulta. Ni se conocían ni tenían nada que ver entre sí pero me hicieron reflexionar por sus características tan dispares. Estoy convencido de cada uno a su manera triunfará en la vida. Entiendo por triunfar, lograr ser independiente psicológicamente y económicamente de sus familias, trabajar en lo que les gusta y ser personas de bien.
El primero, de 17 años y 8 meses, ha pasado la selectividad con nota. Tan alta que quiere estudiar medicina y puede escoger la universidad que quiera, muy probablemente la Universidad de Barcelona (la mía). Bravo, seguro que será un buen médico y un buen investigador. Le he recomendado que cuando haya avanzado en ella vaya a estudiar a algún país con una medicina puntera. Con lo brillante que es seguro que lo conseguirá. Tiene una cabeza muy bien amueblada.
Del segundo ya hablé una vez. Es la cara opuesta de la moneda. Con 15 años ha cambiado de escuela este año, sus notas han sido desastrosas, y en un sprint final ha pasado curso rozando el larguero. Sin embargo, creo en él, tiene madera para llegar a la cumbre de la tecnología informática. Equipado con su iPad, siempre a cuestas, me ha ayudado con sus conocimientos a mejorar mi blog y él fue el que me espetó “tu PageRank es muy bueno, podrías empezar a ganar dinero”. Después de las vacaciones le he propuesto ser el encargado de mi SEO. Por cierto, me hizo unas modificaciones y me ha borrado en número de visitas. Cuando lo vea le voy a dar un pescozón.
El muchas declaraciones he afirmado que, a pesar de su "mala fama" injustificada, tenemos suerte de tener adolescentes que renovarán el mundo vestusto, inmóvil y corrupto que les estamos dejando..
No hay comentarios:
Publicar un comentario