No se pierdan en Documentos TV - El auténtico discurso del rey, emitido el 25 junio 2011. El auténtico discurso del Rey relata, a través del un impresionante archivo histórico, la historia de esfuerzo y superación que el Rey Jorge VI llevó a cabo para vencer su tartamudez. A través de sus icónicos discursos se observa el calvario y esfuerzo que acometió para encontrarse con su voz y dirigir su nación. Además, el documental ha reunido a algunos de los pacientes de Logue (su "logopeda"), tratados al mismo tiempo que el Rey, que revelan los métodos que empleaba y que hasta hoy día hacen que muchos se pregunten ¿cómo un profesor australiano, aficionado al teatro pudo convertirse en el logopeda del Rey de Inglaterra?
No he visto la película El discurso del Rey (The King's Speech) de Tom Hooper, realizada en 2010, que consiguió 4 Oscars y describe como el duque de York se convirtió en rey de Gran Bretaña con el nombre de Jorge VI (1936-1952), tras la abdicación de su hermano mayor Eduardo VIII. Con el reportaje anterior he tenido suficiente para ver el valor de Eduardo VIII; un ejemplo de coraje y esperanza para los que padecen disfluencia o tartamudez.
La tartamudez o disfemia es un trastorno de la comunicación (no un trastorno del lenguaje)o alteración en la fluidez normal que se caracteriza por interrupciones involuntarias del habla que se acompañan de tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés. Comienza, de modo característico, entre el segundo y cuarto año de vida, aunque se suele confundir con las dificultades propias de la edad a la hora de hablar. La tartamudez infantil se puede curar perfectamente en el 80% de los casos acudiendo a un buen logopeda. En los casos muy avanzados el tratamiento es más complejo y largo como el del rey Eduardo VIII.
Si quieren saber algo más sobre ellas (disfluencia y tartamudez) pulsen aquí.
La tartamudez o disfemia es un trastorno de la comunicación (no un trastorno del lenguaje)o alteración en la fluidez normal que se caracteriza por interrupciones involuntarias del habla que se acompañan de tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés. Comienza, de modo característico, entre el segundo y cuarto año de vida, aunque se suele confundir con las dificultades propias de la edad a la hora de hablar. La tartamudez infantil se puede curar perfectamente en el 80% de los casos acudiendo a un buen logopeda. En los casos muy avanzados el tratamiento es más complejo y largo como el del rey Eduardo VIII.
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