
El niño va internalizando estos comentarios. Los niños que carecen de autoestima, que están especialmente necesitadas de aceptación y aprobación de los demás, son particularmente sensibles a las percepciones de los padres, familia, compañeros y medios de comunicación. Un niño/a que va "tragando" esas críticas o comentarios denigrantes de los padres sobre la importancia de la apariencia física será propenso/a a desarrollar trastornos de su propia imagen corporal propia, así como una falta de auto-aceptación, miedos y obsesiones frente a los alimentos. El 80% de las niñas de 8-9 años de edad ya tienen sentimientos negativos acerca de sus cuerpos. Además, los comparan con los que aparecen en el mundo del deporte y los medios de comunicación y se sienten inferiores.
Estas preocupaciones, en ocasiones, se transmiten de generación en generación. Algunos padres valoran demasiado su figura quejándose constantemente de su propio peso y expresan la necesidad de hacer dieta, restringir los alimentos o hacer ejercicio excesivo. Los niños aprenden eso y creen que debe ser así y se sienten culpables cuando han de comer alimentos que sus padres detestan.
Por lo tanto, eviten los mensajes ofensivos. Los niños han aprender a disfrutar de una relación saludable con los alimentos. ¡Ah! Y, a partir de ahora, no digan "me/has/te engordado", "me/has/te adelgazado", "esto engorda/adelgaza". Se sube o se baja de peso, nada más.
1 comentario:
En esto mismo pensaba cuando hace unos dias escribio usted una (a mi entender inapropriada) entrada que venia a decir que si a un ninyo no se le marcan las costillas le "sobra peso".
Y todas las mamas contentisimas explicando como de delgaditos estaban sus peques.
A mi entender salvo contadisimas excepciones a los ninyos ni les sobra ni les falta peso. Son como son y han de aprender a tener una relacion sana con la comida, en eso coincido plenamente con usted.
El problema esta en que esa relacion se aprende a traves de los padres y hay demasiados obsesionados con el peso.
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