Modestia aparte, se quedarían sorprendidos de lo bien que se lo pasan la mayoría de los "pájaros"que acuden a mi consulta, . Hasta los 18 meses la mayoría de las visitas son algo traumáticas porque se les ponen las "banderillas" -vacunas-, se les "pone el palo" -depresor- en la boca y se les tiene que sujetar para que no se muevan... Total, que no debe ser nada agradable ir al pediatra. Respecto a poner vacunas en niños mayores, he desarrollado una técnica muy chula y sofisticada a base de vibración y, no es por fardar, pero lloran poco.
Aunque cada niño es un mundo, con los años y la experiencia, he llegado a dominar situaciones increíbles. Me ayuda mucho mi vozarrón cuando me pongo serio pero no les asusta cuando juego con ellos.
Aunque cada niño es un mundo, con los años y la experiencia, he llegado a dominar situaciones increíbles. Me ayuda mucho mi vozarrón cuando me pongo serio pero no les asusta cuando juego con ellos.
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