domingo, 27 de junio de 2010

Sueños que no serán realidad

Uno siempre tiene "deseos" o aficiones que a lo largo de la vida se quedan por el camino, se rompen o pasan de largo sin realizarlas porque el tren de la vida no tiene paradas entre la salida y la llegada. Quedan plasmados en la frase "me hubiera gustado ser..., ver..., probar..., visitar..., etc. y piensa que las hará cuando tenga más tiempo -hecho que no ocurrirá- o ya las deja para la reencarnación.

Mi afición de siempre han sido los relojes y he comentado más de una vez que cuando me jubile me ofreceré voluntario a ser vendedor en una joyería "de postín" para poder tocar lo me ha sido inalcanzable en mi vida: las grandes complicaciones en relojería. Pero, en secreto, siempre he sentido fascinación por la batería, instrumento musical que marca el rimo de los otros componentes y precisa mover las cuatro extremidades de forma independiente, hasta el punto de llegar a soñar que la dominaba como si fuera Joe Jones o Gene Krupa. Sin embargo, el solo de batería que he oído más veces es el protagonizado por Brian Bennet cuando era batería de The Shadows en la canción "Litlle B" de la era pre-beatles; es asombrosa la melodía que consigue con este instrumento. Aunque lo llegué a probar, los años han pasado, mis facultades han mermado y cuando veo una actuación siempre me fijo en el baterista. Héte aquí que me ha llegado este vídeo para dejarme atónito viendo al piltrafilla de Howard, de 4 años de edad, haciendo una demostración de su ritmo endiablado. Vean... es increíble.

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