"Si alguien tiene algo que decir que hable ahora o calle para siempre", es la famosa frase que se empleaba -digo empleaba porque ahora no se casa ni dios y con la crisis económica menos- en las bodas religiosas. A mí ese estribillo me encanta: es de una solemnidad apabullante y "acojona" al personal.
Antes de acostarse los niños de más de 4-5 años intentan alargar el contacto con múltiples llamadas con problemas que se han dejado en el baúl de los recuerdos: "tengo pipí", "tengo miedo", "no te he contado una cosa", "mami, ¡agua!", "en el cole me han dicho...", etc. No hay manera de cortar este tira y afloja con padres "comprensivos" y no quieren que sus hijos "sufran un trauma psicológico".
En la consulta alecciono a los padres y al "pájaro quejica" en cuestión y comento a ambos que esa noche empezaremos mi método. La frase se la repito una y otra vez al niño-padres para que esa misma noche empiecen. Los pasos a seguir son:
- Poner un despertador que indique la hora de ir a su cuarto
- Acompañarlo, hacer las rutinas de leer un cuento o rezar
- Al acabar decir mi sentencia: Recuerda lo que ha dicho el Dr. Santi: "Voy a salir de la habitación, si has de decirme algo dímelo ahora porque en cuanto salga ya no te contestaré ni te hablaré hasta mañana"
- Si se muestra "chulín" y dice "me escaparé de la habitación" la respuesta a de ser drástica y escueta: "no, no has de salir y si lo haces te devolveré a tu cama y si te vuelves a escapar cerraré la puerta". Como hay muchas casas que ya no tienen llave en los dormitorios los "papis" no tendrán más remedio que aguantar tras la puerta o montar un avisador de que ésta se abre.
Si ambos padres "los tienen bien puestos" resolver esta situación es "pan comido". Si no los tienen... mal asunto.
10 comentarios:
Sugiere que si hubiera llave en la puerta habria que cerrar al ninyo en el dormiotrio con llave?
De que edades esta hablando? Me parece mala idea en todas, pero en algunas seria hasta delictivo.
No me parece un "metodo" sino mas bien un "castigo", igual que no rehabilitamos a los criminales sino que les llevamos a la carcel.
El ninyo no aprende a dormir, aprende que a partir de determinada hora nadie le va a hacer caso asi que no vale la pena llamar.
Si antes se les hubiera ensenyado a los padres un verdadero metodo no habria que llegar a "esto", una aberracion.
Buen doctor, esta es una de esas que no comparto. Casi estoy con el sr. del comentario de encima, me decepciona usted.
No me gustan los 'métodos'. Creo que solo son una toletada para que personas sin mejor quehacer vendan libros inútiles.
Cada niño es un mundo, y a cada niño hay que tratarlo de manera diferente. Yo tengo dos hijas y no me funcionan las mismas cosas.
Si un niño tiene algo que decir es porque 'tiene' que decirlo. Todos estos métodos son para nuestra comodidad, no para la de ellos.
Mi hija me 'exige' jugar a las cosquillas antes de dormir. Es algo que le gusta a rabiar hasta el punto de que puedo usarlo como moneda de cambio durante el día (y ciertamente, a mi me encanta igualmente ese ratito). Además bajo esa premisa, corre a la cama. Pero, como es obvio, puse un temporizador para no alargar hasta la saciedad el juego, un par de minutos entre semana, algo más el finde, y ella estuvo de acuerdo. Aún así tenía problemas porque ella se quedaba sobreexitada con el juego, que siempre se convierte en una batalla campal, sobre todo cuando se ha percatado que papá tiene muchas cosquillas en las axilas. Entonces introduje el cuento. Primero se lo leía yo, y ahora ya lo lee ella. Para mí es un momento mágico escuchar a mi hija leerme un cuento, y ella se relaja. El proceso nos lleva unos 20 minutos. Y me quedo con ella hasta que se duerme arropada entre mis brazos (las más de las veces me quedo dormido yo también). No me viene bien; luego aún me queda la peque por acostar y la cena, y la comida y las cosas de la casa... pero no me importa por disfrutar ese ratito de mi princesa. Ya habrá tiempo de que me large del cuarto y me mire como a un pureta marciano. Ahora déjeme disfrutarla. Y no me diga que debo salir del cuarto y dejarla dormirse sola, porque no me apetece. Ah!, y la peque, ja!... esa es otra historia para dormirse, pero eso se lo contaré en otra ocasión...
¡Bien! Ya leo que se está animando. Siga por esta senda, que un montón de padres se lo agradeceremos.
Por cierto, yo no le veo un castigo amig@ Bellini; creo que es una forma de decirle a ese pequeño potrillo que tenemos en casa que hay un momento para cada cosa y que cada cosa tiene su momento. Es que si no se ponen de pesaditos... "Mamá, agua"; "mamá, mis muñecos"; "mamá, ¿te cuento lo que me ha dicho Toño?". YA, "antes de meterte en la cama, bebes agua; me cuentas la última de Toño y coges tus muñecos" y mamá se va al salón a descansar un rato. Si lo toman como norma, no es ninguna maldad es eso, una norma más.
Mi "método" es una variación de uno muy popular en EEUU. Yo no sé si el Sr Bellini y el estimado Pacofer ponen límites a sus hijos pero ahí les dejo este link para que vean que no soy un delincuente:
http://med.umich.edu/1libr/pa/pa_bbedtime_spg.htm
Buen doctor, usted no es ningún delincuente, por el amor de dios. Solo por el hecho de compartir con nosotros su tiempo y conocimientos tiene usted el más profundo de mis respetos. Discúlpeme usted si me literaria expresividad a veces se me va un poco de las manos.
Pero, efectivamente, sí que les pongo límites a mis hijas, pero no afectivos, nunca afectivos. Y sí que me pide agua, y pis, y al final, por no dormirse, se hace una casita con los cojines, y luego... la que dios es cristo, pero pacientemente espero a que se revuelva, se acomode, de vueltitas sobre sí misma como un perrito (me encanta esto), y finalmente cae como un plomo rendida. Lo único que quieren realmente es estar un poquito más contigo, porque creen que dormir es una pérdida de tiempo, quieren seguir jugando con papá y mamá, a expensas de nuestro cansancio.
Luego, por supuesto que hay normas y límites. No admito muchas cosas, pero ésta no es una de ellas. Tendría que verme, mi señora dice que soy muy estricto con las niñas!..:-)
Le pongo un ejemplo. Mi hija dice no querer comer más porque le duele la barriguita. Típica excusa para escaquearse de la sopa o del pollo, bien, yo no la obligo a estar sentada hasta que vacíe el plato. Se levanta y se va. Obviamente si no hay hambre de sopa, no hay hambre de nada más. Y ya no come nada hasta el día siguiente. O hasta la merienda, o hsata la siguiente comida. Al poco rato de cajón que viene a decirme que tiene hambre, y yo entonces, contraataco... mi señora dice que soy cruel.. :-)
Un afectuoso saludo.
Yo estoy de acuerdo con el consejo del Dr. Santi y me lo "apunto" por si al peque que llevo en la barriga le da por pensarse que él es quien manda. Me muero de ganas por leerle antes de ir a dormir, hacerle cosquillas, o realizar las rutinas que sean necesarias para que se sienta querido y feliz, pero creo que hay conductas que no benefician a nadie, sólo cansan a los padres y hacen que los niños tomen el control. Un no a tiempo es mejor y si hace falta cerrar la puerta con llave, será que el resto no sirve...y claro, mejor no tener que avisar a super nayny ;)
Evidentemente, cada cual tiene sus métodos, lo importante es que funcionen.
saludos!
vaya este tema ha dado de si... Yo estoy encantada de que mis 2 hijos (de 9 años y de 16 meses) quando es hora de irse a la cama no hay más opción que irse a la cama sin ninguna excusa para evitarlo. No saben como agradezco esa tranquilidad que reina en la casa después de un largo dia laboral y una larga tarde de estar con mis dos angeles jugando, leyendo cuentos, pintando, contandonos historias... pero la hora de irse a la cama es sagrada e innamovible (muchas miradas de reproche de las abuelas en vacaciones me ha costado pero yo firme) y espero que el que bebe que vamos a tener en junio se aplique el cuento como sus hermanos. Como les digo a mis hijos: "si no es por causa mayor o fiebre mi jornada laboral como madre esta apunto de acabar... así que si quereis algo decirlo ya que en 5 minutos termino" De momento no he tenido queja ni de la patronal del comité de trabajadores.
Hola Dr. Santi,
Nosaltres estem molt agraïts a aquest mètode, inclús l'hem ampliat! Ara el pacte "que hablen ahora o callen para siempre" inclou que no cridi com un energumen (amb la intenció de despertar a la germana petita)un cop jo surti de l'habitació, i ... funciona!!! (Això sí, la llum que feia sorolls per dilatacions quan l'apagàvem,l`hem canviat perquè els sorolls li feien molta por)
Gràcies Doc.!!!
Voy a contar una anécdota que ha ocurrido esta misma mañana, y que cada cual saque sus propias conclusiones.
Una clienta nos contaba que su madre es una mujer muy mayor, y entre todos los hermanos habían contratado a una chica para que estuviese con ella y la atendiese las 24 horas del día.
Pues bien, cierto día, un vecino del edificio llamó a los hijos de esta señora, y les contó que su madre, se pasaba las noches llamando a su cuidadora, a voz en grito, con desesperación, mientras ésta dormía y decía que no la oía porque tenía un sueño muy profundo.
Inmediatamente la chica fue despedida.
Es curioso, porque según nos contaba la historia, todas las personas que estábamos presentes teníamos bastante claro que la cuidadora había actuado mal, y que eso no se debía hacer con una persona que podía necesitar cualquier cosa, y en cualquier caso, para eso se le pagaba.
Mi pregunta o reflexión es la siguiente: ¿Admitimos ese método con niños pero no con ancianos? ¿Estamos mentalizados de que como padres atender a nuestros hijos es nuestro trabajo y nuestra responsabilidad? Y no estoy diciendo que no haya que poner límites, y normas. Pero mal líder es quien no tiene otra forma de imponer su criterio más que la fuerza. La negociación es un arte que todos deberíamos aprender antes de ser padres.
Y lo de cerrar la puerta con llave, sinceramente me parece una enorme imprudencia. ¿Se imaginan que ocurriese un incendio en el edificio y un niño no pudiese salir de su dormitorio por estar encerrado con llave? Pues esas cosas pasan, y aunque sólo sea por sentido común no deberían ni pasársenos por la cabeza.
Bueno, ya tenía yo ganas de discrepar en algo de lo que se publica en este blog. No podía ser que todo me gustase, no era normal
Un saludo
Al final, estamos todos de acuerdo, esto es tremendamente homogéneo. Todos los lectores de este blog coinciden, queremos a nuestros hijos, y probablemente - no, seguro - nos equivoquemos 2 de cada 3, pero lo hacemos todo por y para ellos lo mejor que podemos. Insisto, no creo en los métodos, creo en las personas, y creo en esas personitas que nos enseñan cada día algo nuevo, nos engrandecen, nos educan, nos hacen enormemente ricos, creo en ellas y creo que cada una de ellas es diferente, y debe ser tratada de forma diferente, según sus peculiaridades, sus gustos, sus inquietudes. Luego vienen las normas, las pautas, los límites, todo eso está bien, yo también lo hago, pero sin generalizar. Incluso las mismas normas, a veces deben aplicarse de distinta manera. Flexibilidad, diálogo, afecto, mucho afecto. Y les aseguro que no soy un padre perfecto, ni de lejos...
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