Ayer me levanté a las 6 como casi cada día. Zumbando me dirigí a la estación para coger el AVE a Madrid. Tenía una reunión de trabajo con la nueva junta directiva para preparar el curso que viene. Toda la tarde debatiendo propuestas con una guadaña que colgaba de la mayoría de ellas: la crisis económica. Las publicaciones médicas son muy caras y algunas ya han desaparecido. Desmenuzamos estrategias para salvar la crisis pero nos tocará trabajar horas y horas para que la nave no se hunda. Hemos de resistir y continuar haciendo formación para los pediatras españoles y de latinoamérica. Hacia las 21h. con los deberes a medio hacer cada uno se fue a su lugar de destino y lástima que no pueda contarles intrigas "palaciegas" que ocurrieron hasta el nombramiento del nuevo presidente de la Asociación Española de Pediatría, Serafín Málaga catedrático de Pediatría de Oviedo, hombre cabal, afable y entero.
Un poco cansado me dirigí al hotel andando y quedéme asombrado de lo que vi por la calle. Mujeres guapísimas, engalanadas y pintadas hasta el felpudo acompañadas o no de parejas más o menos varoniles iban dejando su perfume allá donde pasaban. Eran de todas las edades. Me emocioné, ¿era posible que toda esa manada de gente guapa se echara a la calle porque hoy es la Diada en Catalunya? Poco a poco me di cuenta de que no; por las aceras de la maltrecha calle Serrano las tiendas de más postín tenían una alfombra roja en la entrada de la tienda con un/a guaperas que recogían las entradas de los invitados que tomaban cava y pastas. Lógicamente no pude entrar en ninguna -tenía hambre- ni siquiera en Perodri, relojería de postín. Seguí andadando por Serrano y cené en el VIPS una ensalada César pero quedéme atónito de la cantidad de grupos de chicas guapas cenaban los monstruosos platos que sirven. En el hotel sólo se oía hablar catalán y lo entiendo; a la mayoría la Diada les importa un pito y a la que pueden se van lo más lejos posible. Suerte que se quedan Montilla & Co de guardia por su amor a Catalunya aunque siguen sin quitar el Impuesto de Transmisiones. Hoy vuelta al trabajo aquí en Madrid; no importa ya que la gente me cae bien.
Un poco cansado me dirigí al hotel andando y quedéme asombrado de lo que vi por la calle. Mujeres guapísimas, engalanadas y pintadas hasta el felpudo acompañadas o no de parejas más o menos varoniles iban dejando su perfume allá donde pasaban. Eran de todas las edades. Me emocioné, ¿era posible que toda esa manada de gente guapa se echara a la calle porque hoy es la Diada en Catalunya? Poco a poco me di cuenta de que no; por las aceras de la maltrecha calle Serrano las tiendas de más postín tenían una alfombra roja en la entrada de la tienda con un/a guaperas que recogían las entradas de los invitados que tomaban cava y pastas. Lógicamente no pude entrar en ninguna -tenía hambre- ni siquiera en Perodri, relojería de postín. Seguí andadando por Serrano y cené en el VIPS una ensalada César pero quedéme atónito de la cantidad de grupos de chicas guapas cenaban los monstruosos platos que sirven. En el hotel sólo se oía hablar catalán y lo entiendo; a la mayoría la Diada les importa un pito y a la que pueden se van lo más lejos posible. Suerte que se quedan Montilla & Co de guardia por su amor a Catalunya aunque siguen sin quitar el Impuesto de Transmisiones. Hoy vuelta al trabajo aquí en Madrid; no importa ya que la gente me cae bien.
2 comentarios:
Pues es una pena que a la mayoría le importe un pito la Diada ya que es la fiesta de nuestra nación ( algo así como el 12 de octubre para los fachas) Visca Catalunya!!!!
Es verdad, todos los fachas son iguales independientemente del idioma que utilicen:les encantan las banderitas y los himnos a la patria. ¿Donde están los del 68 que escuchaban (decian) a George Brassens???????
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