lunes, 31 de agosto de 2009

Septiembre Negro

No podemos quejarnos nunca del trabajo y ahora menos que nunca. Nunca me he quejado por este motivo. Mañana empiezo a trabajar contento y preocupado a la vez por la situación de este país y espero y deseo que no aparezcan más Septiembres Negros.

Creo que estamos en una "economía de guerra" y por lo tanto hemos de enseñar a los jóvenes que la actitud hedonista ante la vida se ha acabado. Hay que trabajar y duro de lo que sea. Creo que el Gobierno debería facilitar el trabajo temporal sin tantas trabas para permitir a muchas personas realizar trabajos aunque sean inestables o temporales con contratos sencillos y con muy poca carga de impuestos. Hay multitud de ellos y nos falta agilidad para maniobrar en este mundo tan burocratizado. ¿Que se aumenta la "economía sumergida"? pues que se aumente. ¿Que los estipendios sean inferiores a lo que se estaba acostumbrado en el mercado laboral? pues que lo sean. Es mejor eso que depender y esperar un subsidio que no sabemos cuándo llegará y durará.

Yo estoy preocupado. Hemos entrado en un periodo de deflación; Japón, potencia mundial ha tardado 10 años en salir de ella. ¿Cuánto tardaremos nosotros? Yo soy hijo de padres que vivieron la Guerra Civil y una posguerra; me educaron en la austeridad. Ahora les toca a ustedes educar a sus hijos en la austeridad y los gobernantes deberían ser los primeros en dar ejemplo. Al mismo tiempo que practicamos la austeridad debemos encontrar el difícil equilibrio para gastar y ayudar a los demás en sus maltrechas economías. Es complejo pero tampoco hemos de encerrarnos en nosotros mismos como en un búnker. El término medio está en el sentido común el menos común de los sentidos.

3 comentarios:

Paco Elvira dijo...

Totalmente de acuerdo contigo Santi. Al ser de tu quinta también soy hijo de padres que pasaron la guerra civil y las penurias de la postguerra.Y al colegio al que fui, aunque elitista, también predicaban la austeridad.Un ejemplo:salí el fin de semana al Montseny con la agrupación de boyscouts del cole.Me llevé mi paquete de chiclés y a medida que me los ponía en la boca iba tirando los envoltorios al suelo. El lunes me llamó mi cap de patrulla, Caralt,me dio un sobre de carta y me dijo: esto es para tí. Dentro estaban todos los envoltorios que yo había ido tirando.Ha pasado una eternidad desde entoncen pero nunca se me ha olvidado la lección.

Paco Elvira dijo...

Una rectificación. Después de leer el comentario de 69monos(muy bueno tu disfraz en Halloween), sigo estando de acuerdo en lo de fomentar la austeridad a las nuevas generaciones, pero opino que se ha de crear empleo de calidad.Como profesor universitario, además de fotógrafo,estoy en contacto con la gente joven y corraboro en un 100% lo que cuenta 69monos de él y de sus dos hermanas.Conozco multitud de ejemplos similares.

Anónimo dijo...

Yo estoy de acuerdo con 69monos. Los "parches" que se imponen en el sistema laboral para flexibilizar al final se quedan, con lo que aumenta la precariedad laboral.
Saludos