Dentro de poco verán en muchos periódicos y revistas la típica pregunta de estas fechas: ¿es recomendable la mochila para llevar el peso de la "ciencia" de la escuela a casa y viceversa? ¿será perjudicial para su espalda? Parece mentira que llevando "tanta ciencia" a sólo unos centímetros del cerebro no haya una conexión entre la mochila y el cuerpo para traspasar la información que llevan los libros al sistema nervioso con la facilidad que descargamos un programa en el ordemador.
A mí no me preocupa esta pregunta sino ¿cómo ha ido el peso de su hijo durante el verano? ¿ha mantenido el peso? ¡bien!, ¿ha perdido un poco de peso? ¡bien! Todo ello significa que ha hecho ejercicio y ha comido cosas saludables. La pérdida de peso durante el verano es bastante frecuente porque los niños tienen más oportunidades de hacer ejercicio. Al llegar el invierno, si no se cuida un poco su ejercicio se reduce de forma drástica y, junto a un aumento de "comida basura, muchos niños alcanzan la obesidad. Poca gente sabe que los niños de ahora morirán, probablemente, antes que sus padres. ¡Qué dice, doctor, si cada vez se vive más años! Eso era cierto hasta ahora pero, de seguir así, con una obesidad infantil galopante los niños actuales tendrán una morbilidad (más enfermedades) y mortalidad mucho más alta.
Aunque esta en inglés les pongo un calculador del Índice de Masa Corporal (realizado por el Center of Diseases Control CDC) para niños entre 2 y 19 años. Sepan el IMC antes de empezar el curso y lo repiten cada trimestre. Lo pueden medir y pesar en casa fácilmente. La estatura se mide poniéndolo bien estirado ante una pared y marcando la cabeza con una señal. Así verán si mantiene un crecimiento correcto- referido a la nutrición. Si cada vez el IMC es más alto la cosa va mal. Hay que revisar lo que come y muy especialmente aunque a padres y abuelos les cueste aceptarlo es muy probable que tome demasiadas "chuches" o alimentos y bebidas azucarados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario