
Sin embargo, hay otro tipo de fareros. Son como los vigilantes de la playa pero sin musculitos, cuerpos esculturales o tabletas de chocolate en la barriga. Con la luz de nuevos faros intentan ver lo que ocurrirá más adelante o se fijan en detalles que para otros pasan desapercibidos. No hay tormentas ni mares embravecidos; hay una tranquilidad pasmosa pero con una luz y todos los sentidos alerta para detectar problemas que afectan a niños y jóvenes. Todo ello está recogido en FAROS el Observatorio de la Salud de la Infancia y la Adolescencia cuyos objetivos son:
- Generar un marco de difusión del conocimiento, dirigido a los profesionales de la salud, en referencia a los temas candentes de la actualidad de la salud infantil y de la adolescencia.
- Actuar como un canal de influencia en las pautas de actuación y en el diseño de las políticas necesarias para el abordaje eficaz de las enfermedades que afectan a los niños y a los adolescentes.
- Ser parte relevante a distintos niveles (político, social, cultural) en la mejora de la salud de la infancia y la adolescencia, mediante la elaboración de recomendaciones, propuestas y materiales de difusión adecuados a distintos públicos.
- Contribuir, con su acción de divulgación, a mejorar el bienestar de los niños, de los adolescentes y de sus familias.
- Contribuir al progreso de los sistemas de atención sanitaria dirigidos a la infancia y a los jóvenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario