miércoles, 24 de diciembre de 2008

No me gustan estas "fiestas"

Estas fiestas no me gustan nada. ¡Que raro es usted, Dr. Santi!. Sí, un poco rarillo soy pero en un congreso en que habían unas 1200 personas pedí que levantaran la mano quien se considerara "normal". Lógicamente yo no la levanté pero tampoco lo hizo nadie.

Desde mi tierna infancia no hago más que oír, por estas fechas, Paz y Felicidad y ¡no ocurre nada!. De forma automática y sin ninguna convicción se desean a los demás "¡felices fiestas!". El mito y la publicidad se encargan del resto. El Papá Noel desplaza a los Reyes Magos, en Catalunya el "tió" precede a la Navidad y el desbarajuste de festejos es parecido a la feria de Sevilla. Nos engañamos y caemos en el huracán de regalos, prisas, angustias, insomnios, comilonas, atascos, bocinazos, bloqueo del tránsito que requiere medidas de pacificación... Por unos días recordamos y nos recuerdan que hemos de ser buenos y desearnos felicidad. Yo se lo recuerdo, obedeciendo órdenes: sean buenos y felices.

Desde mi tierna infancia no hago más que oír, por estas fechas, Paz y Felicidad y ¡no ha ocurrido nada!. Pasan los años y la humanidad progresa técnicamente pero no en la convivencia. La escena final de "El tercer hombre" dirigida por Carol Reed siempre me produce una mezcla de escalofrío y tristeza. Yo me convierto en Joseph Cotten y veo pasar a Alida Valli como si fuera la imagen representativa de estas fiestas que pasan de largo. Véanlo.




P.S. En el diario La Vanguardia de hoy me publican una carta titulada Plagiocefalia en la que llamo la atención sobre la epidemia "silenciosa" producida por la compresión de la cabeza al estar largos periodos boca arriba.

3 comentarios:

machupichu001 dijo...

Si que pasan cosas, pero no las que tu deseas.

Esto es la humanidad....

Viva la revolución y también por que no la prostitución..........
Vigila tus adipocitos.... no los castiges

Natàlia dijo...

Yo también soy "rarita".

Hoy he leido su carta en La Vanguardia, y teniendo en cuenta que tengo un bebe de 4 meses me alegro de ver que en ese tema hay alguién entendido en la materia a quien me podré referir en el futuro cuando oiga a alguien criticar mi opción de poner al bebe boca abajo a ratitos durante el día. Ojalà hubiera tenido su carta hace 4 meses, la hubiera enmarcado con un bonito marco y la hubiera puesto cerca de la cuna del bebé, para hacer callar todas esas voces que he tenido que soportar diciendome: ¡Boca abajo nunca! (y por lo bajini solo les faltaba decir ¡Mala madre!)Eso sí, he hecho lo que yo creia y que leí en su blog hace unos meses y ahora mi bebé tiene una linda cabecita bien redondita.

Grácias por compartir su gran sabiduria con nosotros.

Pd: Felices Fiestas a los que les gustan y no machaquen mucho su organismo con estas comilonas (yo lo intentaré)

Anónimo dijo...

Curioso lo del sentimiento agridulce que provocan estas fiestas Santi.Y precioso el trozo final de "El tercer hombre" que nos has recordado y que tenía un poco en el olvido;un final con olor a obra maestra.