martes, 23 de diciembre de 2008

Mito y negocio: los pies planos

El pié plano valgo o flexible es una característica del niño pequeño de tal forma que no tiene arco plantar cuando se pone de pié. En el bebé se nota mucho cuando empieza a nadar porque, además, tiene una almohadilla de grasa en la planta del pié como en el que ven en la primera foto.

El pié plano flexible es una variación de la normalidad en el niño que puede persistir incluso hasta la edad adulta. El arco plantar se va formando durante los primeros años de la vida. Hacia los 6 años algunos ya lo tienen formado pero otros no: siguen teniendo el pié plano valgo sin ningún tipo de molestia pudiendo realizar todo tipo de actividades. ¿A qué es debido? Pues simplemente a que el niño tiene los ligamentos más flexibles pero no tienen ningún defecto en la estructura de los huesos del pié. Para distinguir si un niño tiene un pié plano valgo (normal) y otro verdadero basta con hacer una sencilla maniobra como muestra la segunda foto. Al ponerse de puntillas se forma el arco plantar y desaparece el pié plano.

Nuestros ancestros y la mitología pediátrica han hecho creer que las plantillas son necesarias desde pequeños para favorecer la formación del pié. Craso error. Las plantillas no sirven para nada. Doctor, ¿está usted chalado? No, por el momento. Las plantillas son el equivalente a unas gafas; si uno está bien no sirven para nada y si está mal corrige el defecto pero no lo cura. hace años las plantillas fueron un negocio floreciente en la ortopedia española. Muchos médicos recetaban plantillas a diestro y siniestro recibiendo una pequeña comisión de la ortopedia fabricante de las plantillas. Eso pasó a la historia y actualmente la "fiebre plantillar" ha desaparecido y los padres están más tranquilos con los pies de sus vástagos.

Si con el crecimiento el niño muestra alguna molestia en el pié se debe consultar a un buen especialista de ortopedia infantil.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ays, a mí me va a contar... Mis hermanos y yo sufrimos las plantillas, odiábamos los zapatos y botas ortopédicas que nos teníamos que poner y me da que no teníamos ningún problema... pero el médico decía que pie plano, pues pie plano y plantillas.
Yo me moría por usar unos zapatos normalitos, con lazos y adornos y no los que llevaba.
¡Feliz Navidad!

EVA dijo...

Yo he sufrido también la imposición de plantillas y botas (horripilantes)pues me diagnosticaron pies planos y ahora resulta que tengo pie cabo, es decir, demasiado puente y dedos de garra. Vaya tomadura de pelo!!!!
Bones Festes a tothom!!!!

Anónimo dijo...

Uno de los mejores días de mi vida fue cuando me compré los primeros zapatos "normales", directamente al salir del médico que me quitó las plantillas. Fui víctima de un abusón de las plantillas, por suerte, mi madre me llevó al hospital San Rafael y me las quitaron enseguida. Tengo experiencia de primas cercanas a las que le pasó lo que a Eva y ahora sufren mucho de dolores de pies.
Felices fiestas y que no haya demasiado carbón por ahí.