En un articulo aparecido en la página 50 del Magazine de La Vanguardia (domingo 6 enero) y titulado ¿Cerebros precoces? refleja fielmente el ansia de muchos padres en "estimular" precozmente el sistema nervioso de sus bebés para alcanzar la máxima capacidad intelectual. Creo que se trata de un artículo ponderado y muy atinadas las opiniones del Prof. Narbona, presidente de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica y de la Sra. Cristóbal, directora de la Asociación Catalana de Atención Precoz. Nadie ha demostrado que métodos como Babysapiens, Tomatis, Suzuki, Debebé, Baby Einstein entre muchos otros proporcione una superioridad intelectual entre unos niños y otros. La conclusión de la Sra. Cristóbal es que "no hay nada más estimulante que el amor y la presencia de los padres. El niño lo que necesita es atención y estar rodeado de relaciones que le ayuden a crecer".
Esto métodos surgieron como un recurso para para potenciar el cerebro del bebé dañado durante el embarazo y el parto. Uno de ellos fue muy famoso en los 60 por tratar un pariente de John F. Kennedy, el instituto de Glenn Doman y Carl Delacato de Filadelfia. Muchos creen que fue una gran estafa y un esclavizador de la familia. Sin embargo, la Atención Precoz o Estimulación Precoz bien dirigida tienen un efecto bebeficioso indudable en mejorar a estos niños, muchos con parálisis cerebral infantil ya que el cerebro del bebé tiene una gran "plasticidad" y capacidad de recuperación. Si usted quiere saber más sobre estos métodos no probados de estimulación infantil, pinche aquí.
Personalmente creo que estos métodos tienen un efecto común reforzar el vinculo entre padres e hijo. Ese vínculo, débil o perdido en muchas ocasiones, supone comprometerse y preocuparse por el otro. Las actividades en común en un ambiente distendido y placentero lo facilitan e incluso se fortalecen.
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