El Georgia Institute of Technology y Centros para el Control y la Prevención de enfermedades (CDC) han desarrollado un parche de 100 microagujas -en vez del clásico pinchazo- que parece ser útil para vacunar, de momento, contra el sarampión pero que podría ulilizarse contra otras enfermedades infecciosas prevenibles. La parte inferior del parche, de un centímetro cuadrado, tiene las microagujas con la vacuna impregnadas en ellas. Se aplica sobre la piel apretando con un dedo. En el vídeo pueden ver el funcionamiento.
Este nuevo método tiene muchas ventajas respecto a la vacunación clásica: no requiere personal cualificado, es más fácil de almacenar y distribuir, deja pocos residuos (jeringuilla y envases) y es menos doloroso.
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