viernes, 1 de marzo de 2013

¿Su hij@ es anancástic@?

Ahora explico la palabreja en cuestión. Me preocupa que, a pesar de la crisis y el desánimo de los maestros, haya un movimiento de presión excesiva sobre los estudiantes. La escuela y los padres deben orientar para que el niño tenga un buen rendimiento escolar pero se debe evitar el “Síndrome del Perfeccionista” o Trastorno Anancástico de la Personalidad. La edad en que que se empiezan a desarrollar estos rasgos obsesivos oscilan entre los 4 y los 7 años que pueden interferir en el estudio, las amistades, o las relaciones familiares, la profesión, el mundo social o las aficiones. Los perfeccionistas, adultos o niños, son infelices, ansiosos, depresivos, con síntomas psicosomáticos (cefaleas, abdominalgias, cansancio, etc.), agresividad y dificultades en comunicarse con los demás. 

Algunos síntomas de alerta son:
  • Ordenar y reordenar repetidamente…..hasta adquirir sentimientos de que uno lo hace todo y que es la víctima al entero servicio de los demás
  • No tolerar el desorden, el desequilibrio o la asimetría…Algo fuera de su sitio es tomado como una bofetada y la agresión defensiva es dirigida hacia otros que “no entienden nada”
  • Previsión exagerada, hipercontrol hasta agotarse en el empeño
  • Necesidad de respaldo en cuanto a la buena voluntad con que actúa… requiriendo expresiones que nunca acaban de satisfacer.
  • Intolerancia de los propios errores…!No es posible que a mí me haya ocurrido esto¡
  • Hipersensibilidad ante las injusticias propias y ajenas…incluso las más nimias
  • Inseguridad interior, pero con el empeño de aparecer como persona de segura actuación y generando un creciente desasosiego. 
Las causas del perfeccionismo no se conocen exactamente pero indudablemente sobre una base genética importante hay aprendizajes:
  1. Por el elogio y reconocimiento por hacer las cosas bien (recomendado en la mayoría de los niños para mejorar su autoestima)
  2. Por la imitación, muchos niños perfeccionistas viven en familias con uno o ambos padres perfeccionistas
  3. Por reacción a un a un ambiente familiar empobrecido y caótico para alejarse de la adversidad
  4. Por ansiedad condicionada por padres ansiosos en evitar errores en su hijo
  5. Por la presión ambiental, la cultura, los compañeros, los profesores, el trabajo o la actividad que uno realiza. Los medios de comunicación está dedicados a la perfección de forma agresiva
  6. Como reacción frente a una minusvalía 
Los rasgos más destacados en los hábitos, actitudes y conductas de los niños perfeccionistas son sentimientos de temor y desasosiego por posibles amenazas futuras, miedo al fracaso, preocupación en torno a los posibles errores, intolerancia con las críticas, necesidad de reconocimiento social y tenacidad en la lucha por el éxito. Por eso, los perfeccionistas suelen ser reconocidos como competitivos, sufridores, victimistas, tozudos, luchadores, correctores, justicieros, sacrificados, voluntariososo o perseverantes

Si quieren mas información sobre este tema pueden consultar este libro o a Ana Martinez.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El link de Ana esta roto.

Terry dijo...

Interesante reflexión. Los adultos solemos trasladar nuestros problemas de gente mayor a los niños, y no somos conscientes de que se pueden provocar patologías como esta. ¿Es necesario estimular tanto su competitividad, el ser los mejores, el ir más allá de sus propios límites?
Hacer las cosas bien es un valor, pero el perfeccionismo puede complicar la vida en muchas ocasiones.
Los niños tienen que ser niños, con derecho a equivocarse, a gastar horas jugando, a fallar en un examen.
No podemos hacerlos adultos prematuros con nuestras compulsiones por estar siempre en el top de aquello en lo que participemos.
Más que en entrenarlos para el perfeccionismo, los adultos deberíamos preocuparnos de entrenarlos en la tolerancia hacia la frustración.
Si pensamos que la práctica totalidad de los problemas psiquiátricos debutan en la infancia o en la adolescencia, se hace más necesario abordar la salud infantil desde un modo integral, no solo como la búsqueda de un bienestar físico, sino como la base para un futuro y presente bienestar psicológico.

Marina dijo...

Sinceramente, es la primera vez que he escuchado este término y pensaba que este trastorno se daba sólo en adultos. Gracias por la información.