viernes, 15 de febrero de 2013

La vitamina C sirve poco para los resfriados; no se gaste el dinero en comprarla

Linus Carl Pauling fue un fenómeno de la naturaleza: químico, biólogo e investigador médico, recibió dos Premios Nobel (Química en 1954 y de la Paz en 1962). Entre muchos temas se interesó por la vitamina C. Para prevenir sus resfriados, al tener una rara enfermedad renal, tomaba varios gramos al día y contento con los resultados publicó “Vitamin C and the common cold” (1970) con unas afirmaciones muy polémicas en las que alababa, hasta la exaltación, sus propiedades para gran cantidad de síntomas y enfermedades. Lo demás es historia; los zumos de naranja se hicieron populares y la industria farmacéutica se forró con los compuestos vitamínicos para “reforzar” a los pacientes y evitar el resfriado común (una de las principales causas de visitas médicas y de absentismo laboral y escolar).

 Un estudio reciente que revisa el conocimiento actual del papel de la vitamina C para prevenir y tratar los resfriados es demoledor. Tomar vitamina C no disminuye la incidencia del catarro en la población normal, parece disminuir un poco la duración de los síntomas, sólo parece reducir a la mitad el riesgo de resfriado en personas expuestas a breves períodos de estrés físico. Total, poca cosa.

Más madera. Otro estudio realizado por el Instituto Karolinska de Suecia muestra que los hombres que toman  un gramo o más de vitamina C tienen más riesgo de tener piedras en el riñón. ¡Toma!.

En resumen, una buena dieta mediterránea y sin otros excesos es lo mas barato y saludable. Ahora viene una pregunta para saber si dominan algo la dietética. ¿Cuánta vitamina C tiene un vaso de naranja recién exprimida?